martes, 12 de marzo de 2013

La inspiración no existe



Miré por la ventana
y el mundo no existía
sólo un niño que lloraba
sólo un niño que lloraba...

Cerré la ventana
y dentro había una flor
una flor que parecía un fruto seco
y el niño seguía llorando
el niño seguía llorando.

A la media noche le llamé
me miró a la cara y susurró mi nombre
estás sufriendo tantos años,
-moriré sin sorprenderme entonces.

Cerré la puerta con el niño dentro
y la flor que parecía un fruto seco se encendió
el niño ya no lloraba y yo ya no me quejaba
había muerto
habían venido por mí
fue ahí que lo vi todo
y el mundo no existía
mejor cerraré la ventana, -pensé.