lunes, 25 de abril de 2016

Contra la industria del ruido

                                                                           


I put a spell on you because you're mine
You better stop the things that you do
I ain't lyin', no, I ain't lyin'
I just can't stand it babe
The way you're always runnin' 'round
I just can't stand it, the way you always put me down
I put a spell on you because you're mine.

Jay Hawkins



La risa quieta.

Y se detiene
en tu mueca la muerte.

 
Runrún.

Hola mi amor
dentro de la tina y en silencio estoy
hay agua tibia
agua muy tibia
dentro de mi sexo tengo el puño entero
agua tibia y en silencio
ven
acurrúcate dentro de mí
hagamos una fiesta ahí
una gran fiesta entre mis piernas.


Ruido de abogados.

¡Oh espantoso crimen!
de la soledad dentro de una boca
como lengua y baba y sudor y más baba
dentro de tu sexo oscuro 
que es como miel para la boca
¡oh maravillosa boca sin lengua!
que todavía guarda quietud
tanta quietud
demasiada quietud
y yo aquí
aplastado
como un maldito gusano aplastado
aborreciendo toda esa maldad entre tus piernas
con toda la quietud del mundo.


Ruido de poetas.

Botella tras botella
se rompen los iris
los índices
los fémures
y las putas adornan los cristales de este lugar
y de todos los lugares
como cuando un pez
dentro del nido se asfixia
todo fuera de lugar
como mi falo
bajo tus rodillas.


Ruido de una princesa asquerosa.

Mi carne entre sus piernas
mutiladas
como una puta inválida y negra
o algo menos grotesco.


Ruido de desnudez.

Es la culpa de  imaginar tu cuerpo desnudo mi pecado
es verdad
estabas muerta,
pero me importaba tu desnudez solamente.

Es la culpa de imaginar tu cuerpo desnudo mi pecado
estabas muerta
es verdad
pero juro que me importaba tu desnudez solamente.


Ruido de todos los ruidos.

Hay gritos junto a la cama
junto a la mesa
junto a la cena
y no es lo mejor
hay ruidos en la cocina
dentro de tu sexo
llanto y chillidos en nuestras cabezas
hay golpes y espejos rotos
hay botellas que ruedan por el suelo
y vasos que jamás volverán a lavarse
hay nudillos tatuados en tus mejillas
hay todo
hay nada
hay mujeres que abren sus piernas
hay hombres que meten sus puños en mi ano
hay todo
hay absolutamente todo
como pensamientos ligeros
y caigo
y caes
y vomito
y me ahogo
y algo en mi vena entra
y hay silencio
y hay un golpe seco
la mujer que tanto me amó adorna el techo
y se mueve como un reloj, lento
muy lento
hay gruñidos
hay uñas en mis mejillas
hay nada
hay absolutamente nada
y sólo duramos una canción
o lo que parece una canción.


Tu amante.

He consumado
toda droga en mi nariz
toda droga
en mi puta nariz
y algo del bullicio de la gente se queda
se ajusta en mi garganta
mientras mi vena explota
¡oh maravilloso aire dentro de mi vena!

He culminado
todo humo en mi hondura
todo humo
hasta eyacular
sin cuidarme
dentro de todo ese hueco tuyo


El niño muerto.

He visto sufrir
al niño
lo he visto desangrarse de a pocos
por la nariz
por la boca
por las orejas
lo he visto
arrodillarse ante la nada
y luego levantarse
delante de todos
él
que todavía no sabía rendirse.

He visto llorar
al niño
lo he visto destrozarse
poco a poco
lentamente
ante la vida
y sus manos
pálidas y blancas
débiles y delgadas
aferradas al regazo de su madre
tan fuerte como todas las rocas del mundo juntas
haciéndole frente a cualquier cauce de un río
he visto
¡maldita sea he visto!
¡MADITA SEA HE VISTO!
al niño morir entre los brazos de su padre
y sus pecas debilitarse
y su cabello largo como un apache
acabarse tanto
que hasta el sol podría haber perdido brillo.

He visto
maldita sea he visto
cosas que ningún hombre habría deseado mirar
y me he arrancado los ojos
más fuertemente que cualquier Edipo
y he quedado vivo
vivo para ver peores cosas
peores actos que el mundo tenía guardados para mí.

martes, 19 de abril de 2016

Vino, pan y algo raro

                                                                                    
Imagen de Laura Makabresku: Lectiones Tenebrarum


Alcuérdome del olor
a caucho quemáu.
Alcuérdome de les rates
pela oriella del asfalto moyáu. 

Nacho Vegas 

 

Relato breve de un romance breve.

Semillas para junio.

Has puesto los ojos en mí 
y pasas lenta como una araña 
tu mano derecha sobre mi vestido
me siento dichosa de brillar junto al más hermoso del lugar
acaricias mi blancura con tu índice
hay algo de magia en todo esto
te ofreces para llevarme a casa sin antes perdernos un rato
en el lugar hay árboles por doquier y aves que parecen flores sobre las ramas
hay un sol que ya casi se apaga y pocas nubes
abrazas mi cuerpo desde atrás
y cuando todo se hace un mágico punto blanco esto se vuelve hermoso
hermoso y oscuro. 

No te detengas mi amor
recuéstame sobre el verde pasto
me gusta el olor de la tierra
abre mis piernas y convierte mi cuerpo en una dulce pintura
roza mis pechos como lo estás haciendo
y quítame este vestido de flores violetamente como lo estás haciendo
sí
te veo, ahí, tocándome desde lo alto de tu esencia
y yo
aquí
como un triste gusano
moviéndome miserablemente
con los ojos abiertos y no
con los ojos temblorosos y no 
abre mis piernas dulcemente mi amor
me gusta que me hayas elegido de entre todas
te estoy sintiendo
lentamente hasta chocar mi fondo
lentamente hasta destrozar mi fondo
y mis pechos se hacen frutos podridos
aplastándose entre tus palmas y tus dedos y tus pulgares
oh dios
soy la mágica flor de tu agonía
cuando entras en todo mi ser y haces de mi cuerpo una estatua eterna
mi boca y mi lengua y mis dientes y mi baba
tus manos y tus murmullos y tus cabellos y tu piel tostada
oh hermosa risa torcida y dura
mientras yo
una humilde muchacha de labios rojos y piel blanca como un papel
una lenta muchacha de vestidos delicados y floreados donde mi cuerpo se hace todo y nada a la vez
espera
sigue muchacho de piel tostada
arranca mis bragas como lo estás haciendo
quítame el sujetador de la manera tan brutal como lo estás haciendo
y entra en mí
roza tu vientre con mi vientre
roza mi vientre con tu espada
con tu puño
internamente
arranca mis espinas y mis pétalos y todo
¡hasta la maldita piel que ya no necesito!  
y conviérteme en algo sublime dentro del paisaje...

acabas
yo sigo quieta
más quieta que al empezar
mis rodillas llevan algunos raspones
pero no te preocupes
es parte de todo este acto
y mis manos
y mis caderas
y todo esto que he dejado de ser
aún dentro de mi vestido de flores marchito y sucio y por partes rasgado
¿ves?
ahora soy parte del paisaje
aún quieta como la luz que nunca duerme,
veo tu grandeza desde el suelo
acomodas tu falo dentro de tus blue jeans
ajustas tu cinturón
arremangas tu camisa y buscas un buen lugar donde ponerme cómoda
lo tenías casi todo preparado
hay algunos objetos que usarás
hay un hoyo donde estaré cómoda
me cubres con tierra
en la noche cae brisa muy fría
me gusta que pienses en mí
antes de colocarme veo cómo te tocas
un último beso de despedida, -pienso
mientras mis piernas abiertas dejan ver mi hermoso sexo
tan dulce
tan húmedo 
son los restos de tu hombría
y acabas
sobre toda mi blancura
y haces de mí
todo esto que ya no es mi cuerpo
-¡Le tengo miedo a la noche!
grito. 
Pero ya nadie escucha
y tú cubres mi rostro con la sábana que has logrado para mí
lo tenías todo planeado
me dejas aq
aquí donde todo de mí crecerá
y daré frutos que otros comerán
y aves se perderán entre mis ramas
y mi vestido 
y mis piernas...

-Hola. ¿Te invito una copa?
dijo él.
Y yo
en mi vestido nuevo
me enamoré perdidamente.   


Vino, pan y algo raro.

El poco aire que me debes
está roto
como mis dedos dentro de tu verbo húmedo
o palabras dentro de algo triste.
Sí
murmullos solamente
de todo esto que no imagino.

Oh cielo roto entre mis dientes    
oh vino hermoso entre mis lenguas
orgullosa oruga
antes de adentrarse como una mariposa mágica en mi nariz 
que muere
luego de abrir sus colores dentro de todo mi ser
como mis dedos dentro de tu verbo húmedo.


La sed.

He follado contigo como si fuese un animal
un animal desesperado
te cogí por el cuello e hice de tus cabellos cuerdas de mi odio
y la sed
y la maldita sed de tu entrepierna
hasta calmarme.

He follado contigo como si fuese un animal
y he quedado derrotado
derrotado como un animal herido
te tomé por la espalda hasta hacerte reír
y la sed
tu maldita sed
rocé tu hondura
tu garganta húmeda
hasta explotar todo esto que soy yo
y culminar todo esto que soy yo
dentro de tu boca.