miércoles, 16 de mayo de 2012

Asesinando botellas



Sobre mi cama duermen todas mis putas, cuando luego de haberlas destripado una a una ya no me aman...





Mi mano
que es un arma
mis dedos
que son muchas armas
se juntaron para hacer de tu cuerpo una figura
una pintura
un cuadro
una densa fotografía en varios colores
-dos son suficientes.
en dos colores.

Mi boca
que es una espada
con su lengua desafinando
todo tu centro hasta hundirme en el asco
y húmeda la espada
hace callar todo de tu boca
que es una nada sobre la noche.

Tu risa
que lenta como la vida
y rápida cuando quiere
muere,
hace de ti un estropajo para utilizarlo
cuando sea necesario.

Miraste desde la ventana todo eso que caía del cielo
cuando Nick Cave se consagraba único dentro del salón
y desde afuera las gotas humillaban mi cuerpo
tan degenerado como todo lo que nos rodea
tan demacrado como el verbo que ya no usamos por lástima
por mera lástima...

Mi falo
que es una roca
fuerte como todo cuando todo destroza
así como tu sexo
cuando suplicando todavía no me ama
cuando chillando todavía se inicia húmeda
ay de mi falo...
ay de mi falo...
ay de mi falo cuando todavía no escupe dentro de tu boca
para así terminar

una pintura
un cuadro
una densa fotografía en varios colores
-dos son suficientes...





viernes, 4 de mayo de 2012

La inspiración no existe



"Qué siniestro es el oficio de escritor"

 Leopoldo María Panero






Pálida es la dama que me abraza
cuando morir es suficiente
ajusto mi espada dentro de mi garganta
tan profundo como en tu sexo cuando no te amo
y me detienes con tu mano suplicando
ay de mi esperma dentro de tu boca
ay de mi estirpe cuando la bebes con odio
y también tu otra mano suplicando
desde abajo me detienen.

Bebo jarrones y jarrones de un licor amargo
verde es su aroma y verde el romance por la hoja
ay de mi garganta cuando ardes
ay de mi fondo cuando tu humo pesa.

Me rompo sobre la cama
destrozado como un perro atropellado
giro y mis ojos son aberturas horrendas
algo de ellos brota como mi semen saliendo de tu boca
pero hay sal dentro de mis ojos y mis labios se hacen mares
y cuando aferrarme a la pálida mujer hace de mí un cadáver
algo en mi estómago reclama con aullidos
una hogaza de pan.

Tu cuerpo permanece hermoso
colgando de la biga que justificará mi ausencia
así como el humo que hace al viento torpe
así como tus amarillos dientes rozando mi lengua
hasta colgarme.

Húmeda aparea tu baba con la mía
abominables seres que nacerán con el tiempo
y es lo que ya no nos queda
-tiempo.

Mi peso baja velozmente
mi barba como la mala hierba al paisaje estropea
y la misma mujer escribe todavía sobre mi mesa
y se recuesta larga
seca
una a una como dunas van entrando en mí
mis huesos humildes chillan
andar es detestable
y se recuesta larga
desnuda y arrogante
una a una fundiéndose en mi piel
hasta dormirme.

Blanca es la mujer que me ama
cuando sin querer morir
lo hace suficiente.




Toda escritura es una porquería.

L.M.P