jueves, 26 de septiembre de 2013

Mares de absenta



Hay días en los cuales Bukowski es simplemente Charles.





Caminos abiertos.

Festejé el beso de una muchacha, operada por el tiempo de un buen doctor, con la nariz hecha un palo árido y los ojos de puercoespín. Festejé sus abrazos con las alas de las gaviotas, mientras la boba brisa azul de la mar horrenda dibujara una sombra en su baja espalda. Festejé caminar con ella durante dos largas horas, al borde del precipicio donde los árboles eran crestas verdes y fuertes, como la prisa tonta de fumar ese cigarrillo natural que tanto adorabas.


Besos con lengua.

Tu lengua
la que tanto adorabas
dentro de las bocas que tanto aborrecías
está por fin deshecha
como la mar
por fin
está
ultrajada por el odio de todos ellos
sofocada quizá
por la forma
o por el método
tu lengua
¡ay de mi alma!
si me dejara.


El sol en la pared.

De niño, todavía recuerdo ese olor a mar en el aire, sí, de niño me gustaba acostarme en el piso de parqué, colocar los pies en alto y observar el sol en la pared. Como una araña en la boca, como duendes en la higuera, sí, así era observar el sol en la pared. Y en los meses de invierno, recostado en el mismo lugar de siempre colocaba los pies en alto, mientras el cielo nublado mantenía todo seco, como un abrazo de alguien que está muerto, como una foto que el tiempo mojó, así era no poder ver el sol en la pared. Pero había algo que era similar a esos días de verano, sí, ese olor a mar en el aire todavía se mantenía presente.


Los túneles.

Entre todas las piernas
la mar es única
espacio para poder morir
o vivir
si se diera el caso.
Entre todas las piernas
playas únicas sobresalen
con lugares para poder vivir
o morir
si se diera el caso
tras cruzar el túnel.


He llorado tanto para que vivas.

Los años precoces
inmortales como la noche absurda 
donde tu sexo fue espuma roja
espuma roja de mis ganas.

Los años precoces
que toleran el hambre
donde el alma no se acomoda

ay de los hombres que pronuncian
que la vida es pordiosera
mientras los niños crecen
inmortales como una noche absurda
de mis ganas locas.


Amor es un tipo de odio a no estar solo.

No creo en el amor me dijo una muchacha
no creo en esa piedra en el camino
¿entonces? -pregunté
-¿entonces qué?
A mí me gusta estar contigo -le respondí
eso es lo que digo -murmuró
no lo entendí hasta hoy
casi catorce años después.


Auto moderno.

El amor debe ser liberado
digo
debe ser libre
mujer con mujer
hombre con hombre
¿acaso no somos iguales al amar?

Entonces
un joven camina hasta una calle cualquiera
él cría a un pequeño con otro joven
ambos saben que lo harán bien
en la calle cualquiera hay una casa azul
un hombre espera bajo el umbral
el joven se acerca
tanto que logra besar su respiración
mientras juntos golpean las paredes
golpean las puertas
y tocan sus sexos entre sí
y sus lenguas son barrotes unidos
y sus falos crecen
y todo eso se junta
y...
digo
el amor debe ser liberado
es decir,
libre.
Mujer con hombre
no todos somos iguales al amar.

Entonces
una joven camina hasta la casa de su novio
ya dentro el salón se convierte en un circo
él cuida a su hermano de dos años que es colocado sobre otro sofá
ella lame el falo del joven
él mete dos dedos en el sexo de su novia
y las ropas caen
y los árboles no existen
y las bocas son todo
y el sexo es abrumador
y digo
el amor no debería ser liberado
nadie sabe amar.