domingo, 22 de julio de 2012

Los viejos hábitos



No se mueren, los viejos hábitos no se mueren...




Hace ya tanto que bebo de esta botella
las otras duermen bajo la cama
las otras en la regadera
algunas rotas yacen sobre el cementerio de vidrios
y azules y verdes son sus restos
porque los vinos ya están secos
en mi garganta se han secado todos los vinos.

El desorden entumece la memoria
el mal olor de las ropas hacen de este lugar algo vacío
las hojas mal rayadas y destrozadas por el suelo no sacan punta a los lápices
los colores ya no pintan la risa idiota de la nostalgia en la pared
lanzo la botella que se termina al rincón más cercano y descorcho otra
bebo de esa botella
todo se hace lento y hermoso
aún desorganizado
pero todavía hermoso.



Al dolor del vino.

El desprecio más largo cuelga de mis botas
tanto arrastro esta pena que abruma mi ser entero
debo beber de esta botella de vino para llamar en llantos a la mujer que más amé
no vendrá me dice el silencio de este cuadro inmundo
de colores grisáceos y negros
bebo hasta que mi vena sangra algo oscuro que no le pertenece al vino
y también sangra de igual manera mi pecho
que abierto de par en par se aleja de la vida
todo por una mujer que no supe amar como debía
y lanzo la botella vacía para empezar otro vino infinito
bebo sólo para calmarme y darme valor
pero hallo dolor solamente
dolor que no alcanza a la hermosa muerte
ni la roza siquiera.

El vino
que único estropea mis adentros hace de mi figura un ser terco
aburrido y pobre
hace de mí un sacón viejo y roído
un lento y bochornoso andar
y todavía no amanece esa mujer que tanto amé
no amanece porque se apagó con la noche infinita
con la noche eterna
sólo para abrazarse a todo lo que me rodea
sin decir letra alguna
porque los hombres de palabra se van así
así como la mismísima idea del vino
mudo paladar que no olvido,
que todavía no olvido...

Bebo más de este dulce vino
intentando llorar todo lo que falta
pero sólo consigo ganas de ofender mi alma
ganas de arrancarme la piel para vestirme sin lamentos
lanzo la botella que se termina en mi mano y otra más canta
dentro de mí como toda la amargura junta y habla:
Adiós a todos los que quiero,
que gracias al dios que no existe pocos son, 
adiós también a mí,
porque hay maneras de olvidarse de uno, pero no hoy.

Entonces bebo más todavía
más porque faltan cuatro horas para la media noche y aún sobran otras más
otras más para las vidas que se consumen allá afuera
no pruebo bocado porque también soy hombre de palabra
bebo sólo del vino
porque para aprender a morirse algunas noches es mejor no saber comer.

Pongo algo de Nacho Vegas
sustituyendo así la misteriosa y nerviosa agonía por algo de ron
el vino se asienta sobre la mesa cansada de copas y yo me tumbo en la cama
intento animar mi falo un poco pero es absurdo
entonces me sirvo otro poco de ron hasta que Nacho se espanta y huye.

Abro otra botella de vino para consagrarme enterrado
mi rostro parece el rostro de un ahogado
azulado y duro
quieto como la calma cuando las putas no pasean por las calles
hasta que la puerta empieza a rodar
golpe tras golpe derrumbando mi calma
salgo casi tambaleándome a ver quién demonios es
un vecino intenta descansar
yo lo desmorono a golpes
-no sé qué parte de mí imagina eso
entro a la habitación con los ojos sangrando
los pómulos sangrando
los nudillos sangrando
hay algo de mí que olvidé allá en el corredor
regreso y veo la botella recostada
algo de tinto en el suelo hay, así que con mi palma húmeda comienzo a lamerlo
al finalizar levanto la botella y de su contenido hago una flora exótica en mi estómago
he caído nuevamente y apenas es media noche
he caído nuevamente y no está ella para levantarme
ella que al llorar no pedía abrazos
ella que al reír sólo intentaba acompañar
ella que tal vez no se haya ido para siempre
ella que por orgullo no está aquí,
que por mero orgullo no está aquí...

Abro otra botella de vino
el ron parece haberse dormido
tanto como yo 
son casi las tres de la madrugada y las putas ya han salido 
todas pasean por las calles y se dicen felices
hay frío
pero ellas abrigan sus largas piernas con esas medias de malla
hay garúa
pero ellas muestran sus tetas como si el sol del medio día asustara
entonces la niebla inicia su sed de ciudad
la niebla cubre calle a calle los distritos
la niebla espanta a las putas que tal vez tengan mejor suerte mañana.

Abro otra botella de vino
hay tantas que perdí la cuenta desde hace meses
hay tantas y todas me recuerdan solamente a una mujer
solamente a una
que en su pálido color
y en sus ojos café
y en sus odiados lunares
y en sus manos cálidas
y en todo lo que ella era me hace recordar
¿que quién soy yo para reclamarla?


Intento no despertar de la ceniza
porque ya no siento
y no pretendo dejar de beber del vino
no intento reír
ni provocarme dolor alguno
¿acaso ella lo predijo así?
hay cosas que no entiendo del vino
y bebo
y pienso
y despierto
y pronto muero
sólo para calmarme.



Mujeres.

Si yo amara a una mujer
habrían muchas que me odiarían
tantas que me caparían
demasiadas que eyacularían orgasmos en mi nombre pero sin mí.

Si yo amara a una mujer
¿qué sería de mi falo?
tantas maneras de amar
¿y sólo una para follar?
qué castigo de la vida merece el matrimonio
qué maldición tan poco moderna
qué peste un tanto inmunda...

Si yo besara solamente a una mujer
bocas y más bocas maldecirían mi nombre
clítoris y más clítoris me ofrecerían recuerdos
pubis y más pubis intentarían enredarme
solamente para follarme
¿y si yo no apetezco?
¿y si yo me cansé de todo ese baile inútil?
¡el vino ayudaría!

Si yo follara sólo a una mujer
todo lo aprendido parecería inútil
aquellas largas noches
interminables tardes
abominables madrugadas de resaca
junto a una hermosa dama de tetas duras y culo redondo
habrían sido por gusto impropio
 y todas esas damas que amablemente me enseñaron
que follar lentamente era absurdo
que follar sobre una cama era torpe
que follar con sólo una acompañante era detestable
quedarían confusas
como yo,
que no sé por qué mierda escribo todo esto
luego de habérmela corrido duramente
pensando en todas ellas
sin enterarme todavía
de qué coño es el amor...



Soy un tipo duro...


Soy un tipo duro
una mujer me ofrece su culo
caminamos a la habitación roja y negra
yo saco mi enorme polla y la parto en dos
ella me pide un poco más pero yo elijo eyacular
termino y ella se queda menos satisfecha que yo
¡qué coño!
pagué para darme placer no a ella.

Salgo del burdel  y me dirijo a la ciudad
en la calle oscura un negro me apunta con un arma
intenta robarme la cartera
yo me lanzo hacia él
pero es injusto
él tiene un arma y por detrás otro negro me aplasta de un golpe
me roban la cartera, la chaqueta, el abrigo, las botas, 
¡qué coño importa!
no siento frío.

Me disparo al primer bar
soy un tipo duro
bebo algunas copas de whisky
sin hielo ni agua
sin tanta mierda
soy un tipo duro
pido otra copa de whisky
un putón se me acerca
pregunta la hora y  ve que no cargo reloj
vete a la mierda contesto
se limita a marcharse
sucede que soy un tipo duro
y pido otra copa de whisky.

Luego de muchas copas de whisky salgo del bar
allá afuera me esperan el tipo y sus secuaces
entre todos me parten el culo
me rompen el culo
me destrozan el culo
¡qué mierda importa!
mientras ellos esperaban a por mí como hijos de puta
yo bebía copa tras copa toda la felicidad del mundo.



A la camarera del Da Vinci.

En tu culo
en tu perfecto culo
en tu exacto culo
en tu redondo culo
aprendí
que eras más guapa que la costumbre.

Y pedía yo;
cruasán
café
tinto
sólo para verte marchar
mientras tu perfecto
exacto
y redondo culo
por costumbre me excitaba.


miércoles, 18 de julio de 2012

La noche de la soledad




Y si te olvidase con la primera botella de ron, no estaría ya por la quinta...





Si cortara el viento mi cara
como el sol cuando se está tanto tiempo debajo
si cortara mi cara
el tiempo sería innecesario, sólo por un pálido romance.

Si deformara el tiempo mi cara
como el sol cuando se está tanto tiempo debajo
si  deformara mi cara
el tiempo sería innecesario, tan sólo por un romance contigo pálida muchacha.




Relato corto sobre el amor.

Verla todavía cuando aún respiro
es suficiente 
porque la distancia como una llaga arde
al sentir su sonrisa
joven como la vida cuando nada existía
y todo eso es suficiente.

La asesiné unas cuantas veces
al besarle los labios lastimé su alma
porque el amor que el hombre entrega es asqueroso
una enfermedad mental incurable
vaya peste del amor que obsequian los hombres...

Amarla todavía cuando aún respiro
basta
porque la brisa marina no ayuda para el olvido
entonces sopla el viento
viejo como todo lo que rodea al mundo
y nada de eso es suficiente.

Eyaculé dentro de ella muchas veces
en todos sus sexos
y abrigaba mi esperma con su lengua
pobre pálida muchacha
aún joven como la vida cuando nada existía
y nada era suficiente
oh peste maravillosa que ofrecen los hombres.

Extrañarla todavía cuando aún respiro
sobra
porque todo lo que ofrecí algún día 
se fue como el polvo
frío como el adiós de su boca roja
que ya es suficiente.

Deformé su cuerpo y su sombra todas las veces
al adorarla
y devoraba ella con ansias mi sangre blanca
sólo por complacerme
aún tibia como la cama cuando amanecía
y nada fue suficiente
oh falo asqueroso que sólo miente
tan sólo hasta eyacular
dentro de todas sus bocas
y aún con todo eso nada era suficiente.



Alicia.

Fresca risa 
como las verduras que pones en la mesa
y tu sexo apesta
a ostras
a ostras asquerosas
y no son como las verduras que colocas sobre la mesa.

Dulce boca
como las fresas que adornan la mesa
y tu coño apesta
a mierdas
a mierdas inmundas
y no son como las fresas que brillan en la mesa.

Oh Alicia hermosa
si tan sólo desnudarte fuera un acto de bondad
tantas veces habría ido yo al cielo
pero la verdad pobre aflora
por mi forma de follarte
que ha de mandarme el mismo diablo
a otro infierno más profundo.