domingo, 26 de febrero de 2012

Mundo feliz



Y
si el resumen de una vida fuera felicidad
cuando ya todo dejara de existir
como una llaga que se cura a los días
o si quizá la lepra callara
no sé qué es todo esto que se dice humanidad
no la he probado en ninguna dimensión
o qué si la vida es sólo un mal sueño
y la resaca de todo lo vivido destruyera toda célula.

He abandonado mi caparazón
haciendo de mí un trapo ya viejo
así como la flor cae al suelo para alimentar el ego de la tierra
también yo caigo y mis manos no ayudan a sostenerme
pesa mi sombra como pesa el mundo entero
y cargo la nostalgia de no haber vivido lo suficiente.

Y qué si todo esto ya ha pasado
y los odios que tengo contra algunas personas
se fortificaran hasta destrozar uno a uno sus miembros
amo al ser por naturaleza
pero ya en mi estómago
como un ardor horrendo
pretendo destruir cada abominable ser llamado hombre
y soy lo que mi puño reclama
y soy lo que mi daga separa
y soy algo de dios cuando declaro al ser como mío
¡¿qué es todo esto?!
qué es sino odio de ver tanta carne junta.

Sufro día a día el envejecimiento de mi alma
porque mi barba es negra como la más cruda noche
cuando al despertar mis huesos son menos
y en su sonido más mínimo
no hay sino quejidos que me atormentan
todo es bulla hasta que los muebles se detienen
y la casa queda vacía haciendo de mi alma algo hermoso
los niños aturden mi estirpe
y mi piel se estremece cuando llaman a la puerta
una vez más
¿acaso la resaca que me inquieta es por la vida?
y si todo me destruyera
las mujeres y el vino y el odio
porque odio tanto a todos los seres
y juntos hacen de mi odio algo eterno
tanto que quisiera quitarles las pieles y vestirme con ellas
todo para que la tierra cele mi ego.

¿Y si decir: he vivido
lo consolara todo?
los suicidios serían dulces
y el asesinato familiar algo bello
¡ay de mí!
¡Ay de mí cuando viva!

jueves, 9 de febrero de 2012

Hormigas y arañas en la casa



No permita la virgen

que tengas poder...

Sabina




Beber lo que resta del vino
porque son botellas amargas y rancias
sentir en la lengua el acido hermoso
que tanto ofende a la vida.

¿Y si me miras desde abajo?
-Veré todo ello que hace una noche se inundó
¿Y si mi vestido es largo?
-Te lo quitaré con los dientes.

Ella sonríe como los gatos al matarse
y ya sobre la cama se limita a ronronear.

Caminar lo que resta del día
tal vez sea deporte de poeta
o mirar como las aves se marchan
y en el ocaso que ya casi es gris como el humo
se desmoronen todos los techos de esta ciudad maldita.

Las hormigas hacen su trabajo
las arañas asustan su buen aspecto
y ya en su pubis
cuando una flor se derrite
permanezco muerto tan sólo unos segundos...

¿Y si me amas para mañana?
-Entonces habré muerto
¿Y si todavía estoy contigo?
-Muchacha, sólo quiero ver tus piernas abiertas
entonces ella se deja triste sobre la cama y ronronea.

Llorar lo que resta del alma
sólo sé que es algo poco natural
o reír a carcajadas
al saber que la muerte ronda de cerca
y vendrá justo antes de que ella se marche.

¿Y si me miras un segundo más?
-No ganarías nada
¿Y si sólo importas tú?
-Quiere decir que has muerto antes que yo

Es ahí cuando su falda se hace una nube y debajo de ella
yo me enciendo sin hacer llama
y al roce extremo de mis mejillas en sus lunares
o usar todo el poder que mi lenguaje moderno no permite
explota la carne esparciendo una sustancia horrenda
justo a un lado de sus labios
es ahí cuando mi alma se derrite.

Antes de marcharse me deja en un susurro su nombre
es suave como su piel
y respiro aromas a flores
desde la puerta hace un gesto que destrozan mis rodillas
soy una torre débil que va cayendo
como si la muerte rondara desde abajo de la cama
buscando el alma que ya no tengo
que ya no me pertenece
y ella pregunta

¿Podré amarte para mañana?
-Si sólo te limitas a lo tuyo
¿Abrirás la puerta si regreso mañana por la mañana?
Meneo la cabeza.

Las hormigas son más
pero siguen haciendo su trabajo
recogiendo las migajas y los pequeños restos de azúcar
las arañas permanecen solas en las esquinas
y de vez en cuando se dejar ver andar sobre el parqué
es ahí que ella tiembla y hace de su buen aspecto una figura tétrica
como gritando por el miedo
como pidiendo ayuda hasta que mis manos la sustentan,
y ronronea sobre la cama
justo como los gatos entre ellos.

Hay flores en los jardines y la primavera apesta
los árboles todos son felices
mis huesos no se detienen ante el tráfico
se desmoronan uno a uno
al momento que baila tu vestido con el viento
y te miro
en ese instante te amo
mi corazón es un trapo viejo que se detiene
me miras
en ese instante me odias
pero el mundo sigue su curso
las hormigas todavía surcan por la casa
las arañas en el día no bajan
para la noche quizá asusten un poco
no estaré yo para abrir la rancia botella de vino
ni calmar tu sed de algo amargo
y te dejo de mirar
es cuando mi alma ya no te pertenece
y tampoco a mí.




El gato en la ventana.

Un hermoso gato miraba por la ventana
no en mi casa y tampoco era mi gato
pero era hermoso
hermoso como la ventana en todo su marco
me mira desde esos metros que nos separa
en sus ojos hay luz que me detiene
casi es de noche aunque araña todavía el día
el gato está quieto y majestuoso
sus ojos nada móviles hacen de mi una nada
sus patas por delante
su panza mantiene tibio el lugar donde razona
y sigue mirando
justo antes de que ese joven aparezca
parece ser el dueño
acaricia al gato desde atrás pero éste se mantiene quieto
cierra los ojos cuando la mano de su amo roza su cabeza
él me mira con ojos de poca luz
mientras yo permanezco sin movimiento
observando el gran espectáculo de aquel gato
voltea y lo mira, regesa y me ve
no hay nada en esa gatuna enfermedad de la vista
sólo eso que nadie percibe
tiemblan mis piernas
es hermoso el joven
pero el gato también lo es
y ya cuando estoy a punto de moverme hace una señal con las manos
de mis labios brota una sonrisa
me muestra una botella de vino
algo me dice que siga mi camino
pero mi sombra se mantiene firme
y avanza luego jalándome como a un espectro
al ingresar en la casa el aroma a viejo es tenebroso
hay muebles ancianos
las cortinas grises y blancas hacen de la sala algo triste
el joven abre la botella de vino y con una venia me pide sentarme
me siento y él pone una música extraña
sirve dos copas y mi cuerpo se enciende
luego de algunas copas los ojos del muchacho son dos soles
me hierve la sangre y el gato sigue en la ventana
mis piernas están cruzadas para detener el ritmo de una vida
mis pezones se ponen duros
mi piel se abre
hay algo en ese muchacho que me asesina
una copa más de vino
la música sigue siendo imposible de percibir
él se levanta y acerca al felino amigo
luego lo deja en el piso y se acerca a mí
acaricia mis pantorrillas con su cuerpo entero
tiemblo pero no lo nota el muchacho
cierro los ojos un instante
al abrirlos estoy en una gran cama
sostengo que es el vino
él se limita mirarme desde la puerta
hay algo que me asesina de ese ser
tan neutral y extraño
sus manos conocen todo de mí
hasta el vacío infértil de mi centro
hace notas imposibles desde ahí
todo hasta que mi ser completo se resume en eso
y me observa luego desde la cama
cuando en la puerta me encuentro
y al situarme frente a esa ventana me doy cuenta que jamás me moví
sigo en la berma
tengo la entrepierna mojada y el gato sigue cerrando los ojos ante la mano de su amo
¡mierda!, estoy tan húmeda...
y comienzo a andar.