domingo, 21 de agosto de 2016

A la dama de las muertes eternas


Imagen de Mondragón de Malatesta



Hoy
 que he encontrado la paz en la canción
luego de mezclar ese polvo en la cuchara
luego de ingerir
con la nariz de mi vena
todo este acto tan inútil
y bondadoso.


No creo en la bondad humana.

Creo,
por ejemplo
en todo eso que hace daño;
drogas
alcohol
buenos amigos

y mujeres
sobre todo mujeres.


Cdlc.27

Te debo un último poema
mi rabia
parte de mi andar
quizá algunos detalles con sombras
o de algunos pasos
algunas decenas de pasos
te debo cuatro besos por mejilla y quizá
algo más.

Un último poema te debo
y lo dedicaré al viento
ese descarado que alguna vez levantó tu falda dentro de mi cabeza
lo dedicaré a la noche
esa que no me dejó ver tu centro húmedo
a la luz
que me explicó esa huella entre tus pechos.

Te debo un último poema
como para decir ¡he muerto!
y estar en paz con el mundo
con la calma
con la voz de tus ojos oscuros
un último poema que lo dedicaré al ruido
ese que tu garganta hizo alguna vez
al agua
esa que dudó si quedarse dentro tuyo estaba bien,
lo dedicaré a todo lo moderno
a la vía láctea
a la facilidad de no sufrir en paz
a la dulzura de tu lunar inquieto
al tráfico de tus gestos
a la grandeza de tu pulgar
a las huellas de tus pies siempre fríos
a los detalles de tu pulso firme
a la brisa polar de tu amargura
a las noches de no me toques que me muero
a las fiestas dentro de tu lengua
a las postales de tu espalda y tu espina
a tu rabiar y tus pupilas,

¡te debo un último poema!

que podría dejarlo entre tus piernas
o justo bajo tu sombra
hasta la punta de tu nariz
te debo un último poema
por las noches árticas que pasamos
por las tardes gloriosas bajo tu ventana
por ese colchón en el piso
por los orgasmos seguidos y la lluvia de verano entre mis piernas
por los rápidos lentos
te debo un último poema
uno que todavía no termino de escribir
y tú acabas de empezar...


El infierno es una flor.

Arden
los dientes y las garras
en mi fémur quieto
y me quema
como volcanes la vena
de la sangre y la voz.


Noches árticas.

Hay dulces más gloriosos que tu boca
o tu lengua de neón
o esa baba tenue.

Hay noches más oscuras
que tu centro mojado y tibio
o tu blanca piel dentro del color de tus ojos
o esa cosa extraña entre tus tetas
similar a un agujero negro.

Hay cosas más modernas que nosotros
como un extraño penetrando tu hondura
o una italiana lamiendo mi falo.

Sí...

Hay cosas más modernas que nosotros
como un poco de coca en mi nariz
o un jalón de canción dentro de la tuya,

hay cosas más grotescas que amar
-pienso en la dulzura animal
en la tristeza del perro luego de follar
o en esos peces siempre fríos
eyaculando por doquier hasta morir.

Hay cosas más absurdas que encariñarse con un poco de papel.


Lápiz de papel.

Rímel para tus ojos de gata
negros y tristes
dentro de la noche brillando
o monstruos desde tu ventana
mirando todo lo que hago contigo
desde mi boca hasta tu centro
o la tuya
hasta mi falo
tan suave
como lápiz de papel.


Máquina para hacer flores.

Maravillosos pétalos
de gris y azul y púrpura
de carne o rosa o hiel
así
justo dentro de tu boca.


Breve poema a tu virginidad rota.

Yo que partí tu mitad
antes que el mundo inicie en tu centro
y animales crezcan
y barcazas mueran
yo que me aventuré destruyendo tu himen
hasta que tus tetas
humildes
posaron para mis palmas
hondas
y planas,

yo que me inicié en tu centro
mucho antes que el mundo
haga crecer ese paisaje único
entre tus tetas.


El último tramo.

Oh rabia mezquina
que escupe sobras en mi nariz
oh temblor de las manos
que acarician mejor tu cintura
mientras tu sexo húmedo
deja ver lo más frágil de tu alma.

Oh blanca piel sobre mis ganas
y esos besos débiles a la sombra
y esa boca asustada a la vida
y esa lengua brava que me confundía

aferrados
como mares a otros mares
entrelazados
como amazonías a otras amazonías
y pensar después

-solamente es un ser humano.


La magia boba.

Quiero una caricia que convierta mi alma en polvo.


es como tener el sol entre los dedos
húmedos
hasta hacerte llorar
y digas más tarde
te amo
y digas más tarde
te extraño

eres como tener el sol entre los dedos

y tú
tan frágil en tu chompa de hilos gruesos
abrazada a mi sombra
mientras mis dedos jugaban con tu cintura
con tus flores


eres una caricia que convierte mi alma en polvo
y eres como tener un sol entre mis dedos.