"Qué siniestro es el oficio de escritor"
Leopoldo María Panero
Pálida es la dama que me abraza
cuando morir es suficiente
ajusto mi espada dentro de mi garganta
tan profundo como en tu sexo cuando no te amo
y me detienes con tu mano suplicando
ay de mi esperma dentro de tu boca
ay de mi estirpe cuando la bebes con odio
y también tu otra mano suplicando
desde abajo me detienen.
Bebo jarrones y jarrones de un licor amargo
verde es su aroma y verde el romance por la hoja
ay de mi garganta cuando ardes
ay de mi fondo cuando tu humo pesa.
Me rompo sobre la cama
destrozado como un perro atropellado
giro y mis ojos son aberturas horrendas
algo de ellos brota como mi semen saliendo de tu boca
pero hay sal dentro de mis ojos y mis labios se hacen mares
y cuando aferrarme a la pálida mujer hace de mí un cadáver
algo en mi estómago reclama con aullidos
una hogaza de pan.
Tu cuerpo permanece hermoso
colgando de la biga que justificará mi ausencia
así como el humo que hace al viento torpe
así como tus amarillos dientes rozando mi lengua
hasta colgarme.
Húmeda aparea tu baba con la mía
abominables seres que nacerán con el tiempo
y es lo que ya no nos queda
-tiempo.
Mi peso baja velozmente
mi barba como la mala hierba al paisaje estropea
y la misma mujer escribe todavía sobre mi mesa
y se recuesta larga
seca
una a una como dunas van entrando en mí
mis huesos humildes chillan
andar es detestable
y se recuesta larga
desnuda y arrogante
una a una fundiéndose en mi piel
hasta dormirme.
Blanca es la mujer que me ama
cuando sin querer morir
lo hace suficiente.
Toda escritura es una porquería.
L.M.P
"../si quisieras ahora venir
ResponderEliminary acabar de una vez con mi vida
yo te lo pido blanca mujer
que me lleves a tu eterna guarida../"
Que la piel nos sea util para liberarnos...
y su tinta
darle buen uso. ;)
Arya, que su piel sea para mí, lo que la tinta para el papel.
ResponderEliminarUn buen beso.