Hallelujah.
Oh diosa maldita de las profundidades del abismo
carcomes la calavera
frágil esperpento de mi alma
de todas las almas.
Alabada seas
dama aborrecida
negada
alabada seas
por todos los que alguna vez
hemos maldecido tu nombre.
Oh gloriosa luz donde todo arde
despacio
despacio hasta fundirlo todo
raíz y rama
pelo y dentadura.
AY, de la piel que te roza
ay, de mi piel.
Oh mujer bendecida por la rabia y la sangre
de tus niños muertos
de sus madres tristes
de sus dueños erectos
alabada seas
antes del fin del mundo.
Cuando mi amor no te sirve.
Si dices que te hago daño es porque aprendí a querer de esta manera
si mencionas que mi forma de quererte te lastima
es porque mi madre me acariciaba con sus colmillos y sus garras,
tan mal hago todo esto que ahora mientras te amo y te pienso dos putas están quitándome la ropa
una de ellas es tan blanca como las nubes en el mar
la otra es una trigueña tostada como las espaldas de dios
si dices que todo esto te duele
¿qué puedo hacer?
me gusta ver las tetas de esta trigueña cubiertas de ese polvo mágico
como un dulce de mostrador en una pastelería
bocado a bocado pruebo de sus tetas
esa magia
mientras la otra baila dulcemente y se toca
para nosotros.
Vamos
arma cuatro rayas le digo a la blanquiñosa
mientras la dama canela me besa de muchas maneras.
Nuestras lenguas adormecidas
nuestros cerebros despiertos
hay seis manos tan juntas
y nuestros sexos desnudos se humedecen demasiado.
He de dejarme llevar
porque te amo
así te amo
mientras las botellas de vino recorren mis venas
ay
ay de mi alma
cuando no me sirve.
Besos con sal.
Me gusta tu boca
húmeda junto a mi boca
adormecidas con tu sal rara
dulce por ratos
pero también amarga
como luz de jueves por la tarde
o la tristeza de un septiembre que no ve
cuando me besas
hoy a las seis de la tarde
con tus interiores combinando
tan perfectamente
con los visillos de esas cortinas dulces de tu ventana
y me cuentas de penumbras en tus veranos
de tus tristezas gigantes que guardas en la nevera
de tus uñas rotas
en tus mejillas
en tus hermosas mejillas
muchacha pálida
como una muerta pálida...
...Y tus mejillas sonrojadas
y tu rostro sonrojado
cuando un verano tibio
bonito
nos inunda desde nuestros centros
mientras nos amamos todavía
sobre tu cama.
Me gustan tus besos con sal
muchacha de la luz blanca
y cuando me besas
tu baba envuelve mi baba
con tu rara sal
que sentimos en nuestras rodillas
en las costillas
como si la risa brotara
de esa manera única
y ya desnudos
con tus bragas y tu sujetador perfectamente combinados
con los visillos blancos de tu habitación
descansan a un lado de la cama
mientras abres tu nevera
y te me pones triste
para que yo peine
con los dedos peine
tu corta cabellera
muchacha blanca como la luz blanca
calmando tu respiración quieta estás
junto a mi pecho
y ya no estás triste.
Sí
me gustan tus besos con sal
hoy jueves de un septiembre cualquiera
a las seis de la tarde.
El hombre que no podía dejar de masturbarse.
Me acuerdo de ti
luego de una paja triste
me abrazo a tu recuerdo
luego de este acto inútil
qué será de ti
muchacha de los ojos como el horizonte
qué será de mí
parado aquí en esta lejana orilla...
Toma este vals.
Ahora en Belgrado hay una mujer
con su vestido corto y rojo como su pelo
es verano
ya lo sé
junto a su ventana
esperando por mí
yo
que soy la muerte
y desde temprano
he querido cubrirla con mi frío manto,
toma
esto es para ti
y abro los brazos.
Ahora en su cama
suena una dulce melodía
ay
ayayay
toma
me dice
esto es para ti
esto es para nosotros.
Aléjate de tu ventana
que la muerte ha venido a por ti
vamos al mar
lento como los cisnes gordos de tu Danubio frío
ay
ayayay
toma
esto es para ti
y abres las piernas.
Un infierno encantador.
En el infierno te espero
para quemarnos un poco más
y acurrucarnos
como dos pajarillos sin plumas
para sentir los latidos que nos quitamos en vida
de tanta cocaína
sí
de tanta cocaína.
¿Te acuerdas?
Adormecidos hasta la médula
por tanta cocaína
sí
cocaína en tus pezones
cocaína en nuestras lenguas
cocaína en nuestros sexos
y vino.
Mierda
yo me acuerdo
locos y medio muertos
agitados y poco tontos
con nuestros latidos a punto de llegar a la meta
en este teatro de caballos corriendo
con las patas rotas
cada noche era el último día
cada beso estaba mezclado con ese amargo que nos resumía
en calavera y carne
nada más.
Entonces
luego del acto
desnudos y adormecidos
otro poco de coca
mierda
tanta coca
cocaína entre tus piernas
cocaína en tus mejillas
cocaína sobre la mesa
y vino.
Así durante varios días
locura, sexo y algarabía
desenfreno
algo más
y nosotros
mierda
¿te acuerdas?
yo me acuerdo
de cada centímetro donde tu piel tocó ese polvo maravilloso
de tus rodillas
sobre el frío parqué
mientras tú hacías con la boca eso que yo más adoraba
mierda
y más cocaína.
Sombras nada más
de la noche
de los días
carne y esqueleto
sin almas
sin nuestras putas almas.
A la mañana siguiente de cualquier día
agua
bastante agua
frío
tantísimo frío
vergüenza
toda la vergüenza
contra la venganza del mundo
y nosotros tan húmedos de nosotros
hasta secarnos.
Te extraño
cubierta de ese mágico polvo
te pienso
mientras los viejos ademanes llegan a mi cuerpo
rasco mi nariz
mis brazos
mis piernas
mierda
realmente te extraño
cubierta de mi blanca esperma
tiritando de frío
y ternura
de tanto luchar entre nosotros
mierda
mierda
me acuerdo de cada instante que pasamos juntos
ebrios de todo
únicamente por el placer de sentirnos vivos
y de nadie más.
A veces me duele
algo adentro
cuando veo a lo lejos una iglesia
sé que allí nada queda
hay escombros
invisibles
de algo que quizá
antes se elevaba
pero nada más.
Recuerdo nuestras piernas juntas
moviéndonos
atormentados de la vida
de aquellos que nos quisieron tanto
como abandonados
tan tristes
pero no
y mira que yo antes me había asesinado tantas veces
pero ninguna
como esas noches contigo
ojalá
nos encontremos en el infierno.
7 minutos y medio.
Ay morena
morena hermosa
con esos labios tan carnosos
con esa lengua tan roja
y ese culo
morena ay
hermosa morena
con esos pezones de chocolate
con esas tetas de diosa
carajo.
- Qué buena que estás,
te digo
mientras preparaba ron con Coca-Cola en una jarra
hielo y limón
tú a mi lado
con esa sonrisa de diabla
de diabla morena.
- ¿Y mi regalo?
preguntaste
mientras yo removía el ron con la Coca-Cola
limón y hielo
- ¿tu regalo?
pregunté de regreso mirándote a la cara
- qué hermosa estás
digo sin dejar de mirarte
y tu sonrisa endemoniada
y mi novia en el patio
y nuestros amigos con ella
y tus padres en la sala
y tus primos
celebrabas tu cumpleaños
mierda
tu cocina se hizo gigante
y nosotros tan pequeñitos
nos lanzamos hacia nosotros
tú desde tu esquina
yo desde la mía
nos besamos de una manera desesperada
jadeando
nuestras lenguas eran un solo eco de baba y aire caliente
mis manos en tus nalgas
en tus caderas
en tus tetas
tu escote se escapó de su lugar
tus tetas escaparon de tu sujetador negro.
- Dios mío,
dije
mientras las miraba
ahí
todas para mí
me abalancé hacia ellas
las besé
las lamí
las chupé
mientras tú doblabas las rodillas
gemías
y tu baba
y el aire caliente de nuestras bocas
y mis manos dentro de tu pantalón
de tus bragas
de tu sexo
carajo
- esto no está bien decías
esto no está bien
pero no pares.
Y chocamos con todo
en esos dos metros
tocándonos como dos niños torpes
sudando
apretándonos
más allá de lo que ya
no podíamos hacer.
Nadie entró
en esos 7 minutos y medio
nadie se asomó.
Mis manos en tu pelo
mis manos en tu cuello
nuestras bocas quietas
entre su calor y su humedad
temblando
nos mirábamos alucinados
respirando un poco agitados
dios mío...
y nos reímos calladamente.
Hasta ahora me acuerdo salir al patio
yo tenía la jarra de ron con Coca-Cola
hielos y jugo de limón
mi novia vino hacia nosotros
era tu mejor amiga
me sonrío
tú venías detrás
ella se abalanzó hacia ti
y te envolvió en un abrazo fraternal
fue bonito.
Brujita.
...En este momento donde el mundo duerme, yo despierto entre tus pechos, tú desnuda, totalmente, como una luna a mitad de la media noche, brillando hermosa y gigante, sola, únicamente para mí. Mientras yo, un clochard humilde y moribundo, acaricio tus pezones, dulces como el azúcar de las flores, como la sombra de los espacios azules. Y en tus vestidos amarillos te quiero, y en los retazos del mar, y en todo eso que es el teatro del mundo, en todo esto, que es el gran teatro del mundo...
Las aguas tristes.
"Si la cuerda te deja sin aire
deja un metro del otro lado
para seguirte
y ayudarte a respirar
allá a donde vayas
princesa de la noche".
Fue lo primero que escribí para ella...
Ella siempre fue una chica un poco rara
su corazón tenía forma de lágrima
y era tan blanca como el papel donde yo le escribía algunos poemas
vestía siempre de negro
con el pelo muy negro,
sus uñas también de negro eran como rayos de luz en la noche
cuando la veía cruzar el largo pasaje que la llevaba a su casa
yo escondido detrás de una vieja cortina
salpicando miradas sutiles a su joven figura
desde mi habitación
agazapado y con la luz apagada
a veces se giraba
como si notara que alguien la miraba
pero yo hábilmente me movía
rápido y silencioso como un búho sin latidos.
Su sombra era cálida
como lluvias de verano
y sus Jeans negros
y sus botas negras
siempre brillaban
a veces me sentía como un lince mirando la nieve
acechando torpemente a su presa
¿existirán flores más bellas que ella?
me preguntaba
mientras le escribía algún poema.
"Veo a la hija de la noche cuando pasa,
como un fantasma flotando
y me acaricia con sus cuchillos
cuando solo la miro
con sus garras.
Ojalá te apagues en mi hoguera
niña rara
hermosa niña rara".
Una tarde nos cruzamos en la bodega del barrio,
gracias don Carlos, le dijo al señor que siempre atendía
de nada Alicia, le respondió, y salió sin mirar a nadie
con muchos dulces y varios chocolates en sus manos.
Ese día supe su nombre
el de don Carlos
y su loco gusto por los chuches y el chocolate.
Llegando a casa escribí:
"En el país de las maravillas un muerto camina
eres tú
lejos de la noche
de sus flores negras.
Abre mis costillas
saca mi corazón
para que lo cuelgues en tu cuello".
Siempre caminaba como si nada le importara
siempre en solitario
una tarde me armé de valor
compré una flor de un azul muy oscuro
envolví la mitad de una hoja con lo que escribí el día que supe su nombre
me sentía extraño mientras me acercaba
como triste
y cuando la vi entrar en el pasaje que daba a su casa
la llamé por su nombre
ella volteó
como si nada ocurriera
yo estaba a dos metros
me aproximé flor en mano
toma, esto es para ti
le dije
ella me miró un poco seria y pensativa
eran tan blanca y hermosa,
contempló la flor
es un azul muy bonito, dijo
y luego preguntó
¿tú eres el que siempre me mira desde esa ventana?
señalando con la mirada mi habitación
que del segundo piso daba exactamente a medio pasaje.
Bajé la mirada.
Escribí eso para ti, solo quería que lo leas.
Yo tenía 13 años y ella 15.
Los años pasaron
ella estaba rota como toda la soledad en el mundo
se cortaba las muñecas cuando no podía más con ella
y las piernas
luego pintaba con su sangre extraños dibujos
y los sombreaba con un lápiz 2B
nunca me dio ninguno,
decía que eran para su padre
cuando vuelva a verlo.
Su padre murió cuando ella tenía 5 años
en un accidente laboral mientras viajaba
aún se acordaba de cuando jugaban en su jardín,
su madre trabajaba en Bellas Artes
era profesora de pintura
muy dulce y amable, parecía un ángel en movimiento.
Nunca pude sanar sus heridas
nadie pudo
ni siquiera ella.
Yo la amé hasta ese día que entré en mi habitación
y la encontré colgada y azul
como la flor que le regalé aquella vez
era una imagen triste
muy triste
pero hermosa
todavía de negro
con su portafolio de dibujos
y con mi poema justo donde su sombra terminaba.
Ahí supe que ninguna flor está en paz
y que la gente no es buena.
"Hoy que la luz se nos ha acabado
quiera dios que nuestras almas alumbren
un ratito el infinito infierno..."
Fue lo último que escribí para ella.
Ojalá sea mi padre quien entre primero en la habitación,
y no mi madre.