cuando todo estaba en silencio,
Adoro las zanahorias en tus guisos
dulces y suaves
tan naranjas
y mojadas
y sabrosas
mientras un poco de arroz se mezcla con ellas
en mi cuchara con otro poco de papas hervidas
y en mi boca explota
ese sabor de tus manos
a veces remendadas por algún corte
otras tan tibias como las orillas de la mar en verano
sí
adoro tus manos tibias,
cuando en la cocina celebran una fiesta
con las verduras
y los panes
y las cucharas
y tal vez la miel
luego nos sentamos
en esa mesa donde todo me cuentas,
un saludo del vecino
lo que te dijo la verdulera
o la mala elección que hiciste en la carnicería,
mientras humean los platos que hemos servido
con esos aromas que tu alma me regala
cuando me quieres
y yo también te quiero.
Bebemos un poco de vino los domingos por la tarde
como alegres por la vida
pero esta vez lloramos
de tanto vino
te abrazo un poco
mientras tú me abrazas otro poco
y las soledades solas se marchan
de tanto haber andado entre nosotros
y es ahí que nos reímos
de tanto vino
como tristes por la vida
pero ya no
entonces llega la noche y mueles café tostado
la casa se llena de ese aroma que tanto adoramos
se mete dentro de tu vestido
abre mi alma
y nos acerca otro poquito.
Cortas un poco de queso
destapas el mantel donde hay panes calientes
coloco dos tazas de café sobre la mesa
entonces nos miramos y te digo:
Me gustan las zanahorias en tus guisos.
tu manera de mirarme.
El amor es lejano
vuelvo a caer en tus garras.
y ojos que no saben cerrarse.
bajo el umbral de esa puerta azul en el cuarto de baño,
como todos los lunes muertos de noviembre
me asustan.
ahí, en tus pezones rosados.
¡Qué hermoso combina esa parte de tu piel con lo verde!
De la luz dentro de otra luz
verde.
Y bajé
la cabeza hasta tus encantos mayores
donde te mojas
con tus blancos jugos
oh, hermosos jugos blancos
que brillan
como esa luz verde
sobre tus tetas
y me enamoro
de tus tormentas perfectas
oh,
Dios se gira
para no ver la gloria.
de mi lengua
ha guardado para mí.
y llegaré hasta esa luz donde tu sol comienza
para acariciar a tu dios arrogante
durante un minuto
o dos.
Cuando duermes.
Cuando cierras los ojos y duermes
olvidando que el mundo te necesita
con tu gato manchado a un lado
semidesnuda y tibia.
Te veo ahí
sobre tu cama
hermosa y única
con tu piel tostada y tus ojeras tristes
con tu negro pelo y tus tetas hermosas.
Cuando duermes
Margaret
le pido a tu dios que nunca te vayas.
Los delitos.
Amanecí entre tus pechos
como una sombra
escondido del mundo y de tu gato
sudando entre tu calor y tu rubor inquieto
dime mujer de los pechos como el sol
¿dónde quieres que te toque?
entonces abres los ojos como los veranos que disfrutas
en tu diminuto bikini color púrpura
junto a la orilla mientras mojas tus pies
como ahora a un lado de la cama
abres tu piernas húmedas de sal y baba.
Desperté
callado entre tus muslos
apretando la voz
para tiritar contigo junto al frío
de tu corazón
entonces abro dulcemente tus párpados
y soy la sombra en tus pestañas
donde el sol se hace pequeñito
dime mujer de la fábula
¿dónde quieres que te bese?
entonces señalas tu sexo mojado
donde me introduzco como un pez moribundo.
Amanecimos juntos sobre tu cama
envueltos en las telas blancas de las sábanas
desnudos y secos
dispuestos a mojarnos con nuestras lluvias
mujer de la locura, dime
¿dónde quieres que me calle?
entonces señalas tu boca
la que nunca dice nada.
La promesa.
Mujer
que entre tus piernas callaba
de todas las cosas que me ofreciste
me debes los años que nunca estaré junto a ti.
Un dios torpe.
Quiero caminar sobre tus aguas
curar tus heridas
abrir tus ojos ciegos.
Para mostrarte que el mundo cruel puede ser un poco bonito.
Lavaré tus pies con perfumes y aceites
y recogeré tus frutos.
Quiero ser tu dios amor mío
y nada más.
Todo para ti.
Todo para tus piernas
largas como enredaderas
donde mi alma se acomoda dulcemente.
Todo para tus pechos
tímidos besos del león
donde mis huesos fecundan tus espacios
oh, dama dulce donde los encantos se estremecen.
Virginia hermosa
hermosa como el sol y las esquinas del mundo
donde sus calles se acomodan
entre el neón y la nostalgia
de tus pechos pequeños
para que mi frescura
te ilumine hasta que llegues a casa
y logres apagarte.
Tu pelo.
Ojalá y me convierta en piedra
luego de ver tus ojos que son el filo de una navaja
mientras tus cabellos como serpientes se mueven con el viento
entre mis dedos y tu mueca deforme
oh, dama de la pesadilla donde dios no duerme
justifica tu espada entre mis entrañas
agitándolo todo
mientras me rompes.
Me gusta tu pelo
negro como una mar profunda
que a veces parece azul
pero no
es como una noche o dos
de tu pelo como la noche
similar a una seda
largo muy largo
hermosa melena de mujer
me gusta tu pelo
cuando todo se prende pero eso se queda así
apagado
oscuro
pero que brilla
fugaz como una estrella
que se apaga fugaz como esa luz
esa luz dentro de tu negro pelo.
Con los ojos bien abiertos.
Sirves eso que nos gusta
blancas serpientes como la seda
sobre tu mesa quieta
y con nuestras narices
hacemos ese acto de bondad
donde dios deja su sabor amargo
en nuestras gargantas
y repetimos
y repetimos otra vez el mismo acto.
Beso tus pezones
luego nos miramos a los ojos
algo en ellos nos eleva
y empezamos nuevamente ese instante inútil
de la pesadilla.
No hay galletas para los perros malos.
Dame una caricia
mujer rota
una caricia para justificar mi existencia
por favor
regálame una frase de tu tacto
mientras derrotado
sobre el sucio suelo
mi alma entretiene a la muerte.
El diablo sobre la cama.
se envuelven en un eco tan sublime donde tu sal y mi lengua
son torres que se caen dentro de ti,
mientras devorabas mi lengua
y a ti también te quería.
antes de entrar a casa
no podría hacerlo con nadie más.