sábado, 24 de octubre de 2015

Hasta luego Mademoiselle Ivonne



Y quiero escuchar lo que tienes que decir sobre mí 
escuchar si vas a vivir sin mí 
escuchar lo que quieres
¡¿qué demonios quieres?!

Damien Rice



Traje para un loco.

Quebraste mi alma una vez más, los parches ya son tantos que me he inventado un traje nuevo contra las llagas. Rompiste mi alma nuevamente, con esa mueca en tu sonrisa, con esas tetas, hasta con tus besos. Algo me decía que no debía caer en amores contigo, pero ya ves, soy un tipo duro. 


Pesadillas.

En las noches cuando duermo
escucho tus pasos
tus susurros
a veces hasta siento tus garras.
Por las noches cuando duermo
cuando el mundo se apaga
a veces
regresas.


Déjame vivir con alegría.

Podría odiarte tantas noches
como aprendiendo a olvidarme
pero no puedo y no quiero

                    -¡Puedo por ejemplo!

Quitarte la ropa
desnudarme a la vez que te quitas las bragas
intentar adorarte cinco minutos hasta eyacular dentro de ti.
Luego desesperarme hasta convertirme en un completo imbécil
decir que te amo y pedir que me ames
y arrodillarme y rogar que te cases conmigo
ver tus ojos a media luz hasta sentir que ya no eres mía
recorrer algunos kilómetros para convencerte que no soy el amor de tu vida
amarte tan rápido asusta
es algo que todavía no comprendo.

Llegamos a casa
un almuerzo casual
y nuevamente todo se hace extraño
respiras
lloras
la banca de un parque se hace nada
me miras sin mirarme para decirme que todo acabó
quiero molestarme
odiarte
pero no puedo

                         -puedo por ejemplo

adorarte con locura
asesinarme por tu boca
esa boca que tantas veces me amó
asesinarme por esa boca que me regaló los besos más hermosos
quitarme la vida por esa boca que tantas veces apretaste para no gritar
¿tanto me amabas que aguantaste hasta eso?

Podría odiarte tantos años
aborrecerte por pedir que otro recorra tu cuerpo
podría odiarte por permitir que tu lengua roce otra lengua
pero no puedo
no quiero

         -quiero por ejemplo

escribirte esta carta que no es una carta
este poema que tampoco es un poema
es sólo síntoma de mi resaca
o algo peor
que estoy muriendo desde muy joven.

           -¡Eso quiero!

morir desde muy joven
por ti
(desde aquella vez que te vi
gris y en vans
con tus lentes y en jeans)
hasta mañana
así
quieta
tan quieta y callada.

Podría olvidarte con los meses
decir que jamás exististe
inventarme un mal cuento
podría
pero no quiero

-quiero por ejemplo

arrancarme todas las pieles y tenderlas para que pases
como un sol a mitad de la noche
así
o quitarme los años y ponerlos en tus cabellos
para conservar ese color que tanto añoras.

Quisiera aprender a odiar
para decirte que no quiero verte nunca más
que jamás intentes siquiera aparecer en mi puerta
pero no puedo
no quiero
-quiero por ejemplo
verte caminar desnuda hasta el cuarto de baño cada mañana
besar tu mejilla como saludando la mano de un vecino cada mañana
sentir ese maldito perfume que jamás quitaré de mi cabeza cada mañana
¡vaya castigo!
yo que tanto te alejé
yo que tanto dije no
yo que tanto te olvidé
¿tanto nos equivocamos?
no lo sé
sé solamente que el error más grande que cometí
fue creer que éramos invencibles
y que nada podría derrotarnos.


las calles que andamos serán como venas por donde inyectaron heroína
los parques y lugares donde te besé serán cementerios en mis zapatos
las camas y sofás y escaleras y sillas y espacios donde nos devoramos quedarán en la palma de mi mano izquierda, como ensuciando la memoria
pero mujer
tranquila
tranquila
construiré un castillo para ti en mis rodillas
si las torres gemelas cayeron
¿por qué no?
jamás fui buen arquitecto de nada.

Sé ahora que no existen otras vidas
que no quiero otras vidas

y nada ya nos importa 
ni los días, ni las horas, ni las lagartijas que se han ido a esconder a un sitio mejor

sé ahora que jamás nos cruzamos antes y no volveremos a cruzarnos nunca más
tuvimos la chance de hacernos felices y no pudimos
tantas noches llorando
tantas noches
ahora sé
que nuestro amor duró poco más de un año
cuando no me amabas lo suficiente y tú eras perfecta para mí

ahora sé
que nunca me quitaré la vida por nadie como tú te la quitaste por mí.

Seré muy breve, te he perdido y esto duele...


Versión 2.1.

He sido lo mejor contigo
mi mejor versión
de tu mano.
¿Y ahora qué queda?
sólo botellas vacías y muchas bocas para besar
¡maldición!
tengo que reparar esta gotera de una puta vez.


Hasta luego Mademoiselle Ivonne.

"El único tiempo que quiero contigo
es ese que dura toda una vida"

Decía la nota dentro de la cajita donde dormía un anillo.

Y lo último que le escribí fue: "Hasta luego".
Sabiendo quizá
que no volveré a verla nunca más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario