miércoles, 22 de diciembre de 2010

Veintidós (Yo sí quiero...)


Te he pedido demasiada atención y tienes cosas en qué pensar, sólo te quería recordar que sin ti yo no soy nadie...

Bunbury


Yo sí quiero, un amor civilizado, con gangrenas, delicadas y apropiadas. Yo sí quiero, tu frío de verano, mi angina atormentada, por los cielos de tus pechos. Yo sí quiero, dos lapos cada tarde, y pintarme con las rabias, de tu abril y un tanto más, yo sí quiero, tu cruz con tus dos clavos, a tu cristo embriagado, por tu falta de bondad. Yo sí quiero, dos veleros en mi cama, con sales azucaradas, que son besos de tu mar. Yo sí quiero, ponerme tu pijama, abrigarme con tus ganas, de querer un poco más. Yo sí quiero, tu cepillo de dientes junto al mío, acompañando ese espejo, que sólo te ve brillar. Yo sí quiero, tus manos para hablarles, de mi día y mi tarde, de mi noche y mi aguantarte, los dolores de cabeza.

Yo sí quiero, que me odies en tus cortos periodos, que aborrezcas mis prosas, porque tanto amor, sé te espanta. Yo sí quiero, los vestidos que te tapan, tus ideas y mis ganas, de ponerte uno a uno todos ellos, para luego desquitarme con tu extensa desnudez.

Yo sí quiero, tus gritos y tus miedos, tus rencores tus no quiero, y que loco que dejes, de tantos volver. Yo sí quiero, colgarme en tus rabietas, formarme con tus tretas, fundarme tu ciudad. Yo sí quiero, pelearme con tus treguas, que derrotes mis guerras, mis yo puedo, mi todo lo que haré. Yo sí quiero, enterrarme en tus entrañas, amarte en tus migrañas, que juegues con mi tú. Yo sí quiero, rogarte tu pasado, tus estribos tus anzuelos, tus cadenas y tristeza, penas y algunas groserías.

Yo sí quiero, cenar con tus favores, robarme tus agendas, confundirme con tus medias, yo sí quiero, un tatuaje con tu nombre, tu arrebato, tus zapatos con pucheros, y una caricia por semana. Yo sí quiero, curar todas tus grietas, vivir con tu salud, yo sí quiero, pintarme con tus bragas, rozar todas tus mañas, comerme tus manzanas. Yo sí quiero rimar molestia con romance, y me pidas volvamos a empezar.

Lo que no quiero, muchacha de ojos tristes, es que mueras sin mí
.

Yo sí quiero, rodar sobre tu cama, pelearme con tus ganas, perderme en tu pequeño jardín. Yo sí quiero, veintisiete de mayo como mi cumpleaños, y todos tus inventos, para confundirme en tu rebaño. Yo sí quiero, tomarte la palabra, beber de tu cuchara, romperme por ti las ganas, de querer sufrir un poco más, lo que no quiero, pequeña de ojos tristes, es que mueras sin mí...


*Con Sabina, en mis noches con tequila.

A Cambalache, for sentimental reasons.

10 comentarios:

  1. Y yo quiero seguir leyendote y luego quiero que mi "compañero" (dejemoslo en suspenso) me diga que siente estas mismas cosas que escribiste...

    Será posible ?

    Un beso o 2 !

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  2. Y cuando vuelvas habrá fiesta en la cocina...

    Amigo feliz navidad y que el 2011 nos encuentre leyendonos.

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  3. A cambiado Usted esta vez, las tetas por los pechos...

    Bastante bueno!!

    Un abrazo...

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  4. me uno a Eleanor...
    pero no me robes la agenda, si?

    besotes

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  5. Amo a Sabina tanto como le odio. Sus letras son como un cuchillo manchado de jugo de fresas.

    Que llegues bien a tu pueblo.

    Bonitas letras.
    Desgarradoras también.

    Un saludo.

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  6. Joder qué pasada.

    Me ha encantado. Me encanta el cabrón de Sabina y lo que has hecho con sus letras.

    Al igual que la frase de Bunbury al comienzo.

    De verdad genial.

    Echaba de menos leerte.

    Muá.

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  7. Oh... en noviembre, cuando acaba, el viento puede soplar mucho mejor..

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