To be by your side
Nick Cave
Desde la rosa clamo tu nombre
que como una piedra se hace
cuando todo se conjuga en un solo muerto.
Ahí en tu cintura me abrazo
imagino ser un niño que quiere nuevamente
entrar en un vientre.
Tú me miras con esos ojos mudos
tan tuyos como la sombra de la noche más oscura
te levantas y haces de tus manos dos bastones
tropiezas porque aún no conoces mi habitación totalmente
regresas y con las mismas manos haces de mi cuerpo todo eso que perdiste desde hace ya tanto, me miras otra vez con los mismos ojos mudos
y yo me pongo a llorar sin que lo notes.
Desde la piedra clamo tu nombre
que como una rosa se hace
y ahí en tu cintura
me desmorono hasta perderme en tus rodillas.
Aquí bajo la sombra.
Yo
con estas manos que veréis como malditas
arranqué de vuestra cara ambos ojos
como si de una fruta se tratara al ser jalada de un árbol
el odio era eterno
y mi alma se hizo un pozo
no salí hasta darme cuenta de la aberración que cometí
Edipo que no fui sino que hice
y mi alma se hizo un pozo eterno como mi odio.
Yo
con estas manos que veréis como malditas
estropeé vuestra linda mirada
sin darme tregua de un lamento o dos
justifiqué mi rabia con sus pétalos
despojando de sus órbitas ambas miradas
una a una
en mis manos quedaron los iris sin arcos
en mis malditas manos quedaron todo eso
que yo adoraba con la boca.
Yo
con estas manos que veréis como malditas
acaricié su cuerpo luego de la sangre y de los gritos
ella tiritaba como un mendigo a mitad de la calle
me limité a besarle el alma
sufrí desde los huesos
lloré algo que era rojo como la sangre
y ella no podía mirarme
y ella no podía mirarme...
Yo
que con estas manos adorné vuestra figura tantas veces
he quitado de ti lo más preciado
eso que le dio significado a toda belleza.
...Y aquí... desde la piedra rosa clamo tu nombre
antes de quitar esta maldición de mi cuerpo...
Y aquí... mientras no me miras, corto esta maldición de mi carne
y tú
mientras lloras en silencio como un mudo
te limitas a limpiar esto rojo que derramo desde los brazos
hasta tus rodillas...
que como una piedra se hace
cuando todo se conjuga en un solo muerto.
Ahí en tu cintura me abrazo
imagino ser un niño que quiere nuevamente
entrar en un vientre.
Tú me miras con esos ojos mudos
tan tuyos como la sombra de la noche más oscura
te levantas y haces de tus manos dos bastones
tropiezas porque aún no conoces mi habitación totalmente
regresas y con las mismas manos haces de mi cuerpo todo eso que perdiste desde hace ya tanto, me miras otra vez con los mismos ojos mudos
y yo me pongo a llorar sin que lo notes.
Desde la piedra clamo tu nombre
que como una rosa se hace
y ahí en tu cintura
me desmorono hasta perderme en tus rodillas.
Aquí bajo la sombra.
Yo
con estas manos que veréis como malditas
arranqué de vuestra cara ambos ojos
como si de una fruta se tratara al ser jalada de un árbol
el odio era eterno
y mi alma se hizo un pozo
no salí hasta darme cuenta de la aberración que cometí
Edipo que no fui sino que hice
y mi alma se hizo un pozo eterno como mi odio.
Yo
con estas manos que veréis como malditas
estropeé vuestra linda mirada
sin darme tregua de un lamento o dos
justifiqué mi rabia con sus pétalos
despojando de sus órbitas ambas miradas
una a una
en mis manos quedaron los iris sin arcos
en mis malditas manos quedaron todo eso
que yo adoraba con la boca.
Yo
con estas manos que veréis como malditas
acaricié su cuerpo luego de la sangre y de los gritos
ella tiritaba como un mendigo a mitad de la calle
me limité a besarle el alma
sufrí desde los huesos
lloré algo que era rojo como la sangre
y ella no podía mirarme
y ella no podía mirarme...
Yo
que con estas manos adorné vuestra figura tantas veces
he quitado de ti lo más preciado
eso que le dio significado a toda belleza.
...Y aquí... desde la piedra rosa clamo tu nombre
antes de quitar esta maldición de mi cuerpo...
Y aquí... mientras no me miras, corto esta maldición de mi carne
y tú
mientras lloras en silencio como un mudo
te limitas a limpiar esto rojo que derramo desde los brazos
hasta tus rodillas...
Permítame morirme de rojo en estas palabras....
ResponderEliminarCada fragmento corta el oxigeno, así como su llanto, el llanto que derrama todo el cuerpo...
a veces no puedo creer cómo escribís... no es la primera vez que te lo digo...
ResponderEliminarcuando veo que publicás pienso: voy a leer cuando esté preparada, y así puede pasar un día o dos, hasta que me digno a serte sincera y leerte, porque me preparo, sí... necesito estar demasiado sana, para salir definitivamente rota pero rota del todo, así sin brazos y sin piernas, y con el corazón en el teclado, no ves las manchas?
Tu poema me acaba de atravesar las rodillas.
ResponderEliminarM.
Gracias... no sé por qué leo halagos tan tiernos... cuando deberían escupirme... Noelia, Protervidad, Pequeña Rock and Roll, gracias por una vez más pasar por aquí...
ResponderEliminarYO TE ESCUPO
ResponderEliminarATTE VELCEBU
Gracias Gina.
ResponderEliminar