martes, 1 de septiembre de 2009

Un invierno fatal y divertido


E
spero como el consolador de una viuda en el cajón que duerme a un lado de la cama, estoy como la vagina de una vieja enamorada de si, cansada, humillada, feliz.
Como esquina sin puta, maquillada y sin escenario, como potro eunuco, terriblemente feliz. Estoy como guitarra sin cuerdas, como dedos en el culo de mamá, como lápiz sin punta, tal vez...
Espero como el santo en una casa de citas, como perro sin perra, como silla en un mercado de miserables. Así espero.
Espero como un chino desnudo a mitad de la calle, estoy como el falo de un hombre pobre de mujeres, doblada, malvada, feliz.
Como palo sin pirata, como lumbre de verano, así estoy si tú no estás aquí para golpearme, para humillarme, para ultrajarme...

Espero, en este invierno fatal y divertido, como un coreano a su norte, como cantinero borracho, como un Neruda fracasado. Tal vez... ¿Por qué no?
Como un rifle luego de la guerra, que duerme en casa con la memoria de los jóvenes que mató, como un cuchillo que solamente tiene el pescuezo del pollo, como las manos de mi asesino favorito. Tú, que nada sabes de romances, también me esperas, mutilado, castrado, muerto, feliz...

2 comentarios:

  1. uoOlas!!!
    ciendo tan fatirico los escritos
    como el que los lee se queda pensando
    y por que?

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  2. Hola:
    Gracias por el comentario, por pasar, por tu tiempo.
    Luego de leer, debes responderte, no preguntarte. Pasaré por tu espacio. Saludos.

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