Corto poema basado en Biutiful de Iñárritu.
Su culo, en sus tangas negras era único, sus tetas, pequeñas, simbolizaban las manos de mi hermano. Sí, la muerte rondaba mi cabeza, pero, ¿qué era todo eso sin una parte de mi vida?
-pues nada.
La cocina.
Tengo en la billetera tu recuerdo roto
oh nena
es nada a todo lo que rompiste en mi habitación.
Ahora vivo en un pequeño departamento
muy gris
muy gris
las chicas brillan y cuentan historias
dicen que la tengo grande y que soy muy dulce
sé que todo es mentira
porque el sol no sale desde aquella noche
nada es cool y la música no sabe a música
soy un paseo largo en solitario
soy una esquina donde las putas parecen damas
soy una lata de café sin café
soy
al menos algo.
Oh sí
Oh sí
nena
hoy tomaré el camino largo a casa.
Cuando otro empiece a tocarte
suéltate nena
y abre las piernas dulcemente
no demores tantos años
no llores tantos años
ni justifiques tantos años
la vida no importa
nada importa
ni la lata de café sin café.
Vivo en un pequeño departamento donde las mujeres brillan
es muy gris
es muy gris
hay whisky barato todas las noches
hay hielo
también hay algo para mezclarlo todo
y sí
tengo sexo todas las noches
y no me importa el mañana
ni el ayer
porque todo hoy es una mierda diaria.
¿Quién empuja la puerta allá afuera?
qué demonios pasa allá afuera
todas esas descripciones en las revistas
hasta dios sabe despedirse
arrestos
putas
drogas
todo está dentro de mí
y tú me miras dulcemente
es papel maché
y todo es como lo ves
amas a tu perro más que a mí
a tus amigos
a todo el mundo que está muriendo
hasta mis cajetillas de cigarros están muriendo.
¿Quién está empujando allá afuera?
¿quién está ahí?
existe un edificio lleno de niños para entretenerse
soy un cubo hondo donde llenas las cervezas
sudo frío
golpeo fuerte
es de mañana
y no recuerdo nada en la TV
estoy hambriento
y en la mesa de la cocina hay sal
no lo puedo creer pero hay sal
-no es sal por su puesto
¡es sal que hace morir hasta los caballos!
¿Quién está empujando desde afuera?
quién mierda está ahí afuera
parece una ex esposa
una puta asquerosa de indonesia
espera allá afuera
aquí no hay amigos
aquí no hay hombres
aquí no estoy
quizá vaya a prisión
esta noche luego de ese relámpago
sí
respiré toda la sal de la mesa
deja de empujar
deja de empujar
¡maldita sea!
deja de empujar.
Tengo en la billetera tu recuerdo roto
es nada a todo lo que rompiste en mi alma
como cinco gramos de nieve en la nariz.
como cinco gramos de nieve en la nariz.
Una mañana de agosto.
Busqué dentro de tus prendas la explicación de todo lo que quise encontrar durante tanto tiempo, y en todo ese tiempo en mi mente se dibujaron árboles con sus ramas, y nubes con sus ratos libres, y un fondo celestial con lunares de un pañuelo que seca con la prisa.
Busqué dentro de tus prendas la idea, de razones que tu boca tardaba en explicar, y este reloj interminable por fin ha dejado de funcionar, y sobre una cama gris, desnuda como la flor maldita de la amargura te encuentras. Pienso: ¿Y si me acostumbro a esto?, imaginé algo mejor.
Ya habiendo eyaculado sobre tu cuerpo, ya habiendo besado hasta el último rincón de tu voz, quise que fuera algo mejor. Te levantas de la cama gris, moviendo el culo como dos manchas bajo la sombra y te diriges al cuarto de baño, al llegar bajo el umbral te giras, con los ojos me dices muchas
cosas que prefiero no contar, cierras la puerta detrás de ti y en la
habitación queda el muerto, tieso como la hoja del cactus, inyectando al
viento todo lo que la desolación aflora.
Veo como te marchas desde la ventana donde te vi pasar con todos, veo que te esfumas, como una bocanada de humo, como una peste de verano. Regreso al asumo gris de mi cama, aún húmeda, muevo algunas almohadas y me lanzo sobre ella quedando absolutamente dormido.
Tabaco para cisnes.
Una tarde un cisne de cuello largo se acercó a mí. Yo estaba recostado en la orilla de una laguna, en esa laguna muchos cisnes recuperaban fuerzas ciertos meses del año. Esa tarde, yo me hallaba recostado, tratando de disipar todo el odio que cargaba contra el mundo.
Hay algunas cosas que no entiendo del mundo; al hombre por ejemplo, no logro comprenderlo por completo. Me asusta su naturaleza como me asusto yo mismo, claro. No logro entender su ambición, el siempre desear más, espanta. Me encontraba yo, recostado en la orilla, con una bolsa de papel donde cargaba tabaco para masticar, entonces sentí unos pequeños golpes en la mano, me sorprendí y un ligero susto se corrigió en mi espina. Me senté y noté que era un cisne, un elegante y hermoso cisne. Supongo que él tampoco comprendía la naturaleza del hombre, mi naturaleza. Fijé mis ojos en él, negros ojos como el fondo de algo infinito, y por fuera blanco, como la pureza más insignificante.
Hay algunas cosas que no entiendo del mundo; al hombre por ejemplo, no logro comprenderlo por completo. Me asusta su naturaleza como me asusto yo mismo, claro. No logro entender su ambición, el siempre desear más, espanta. Me encontraba yo, recostado en la orilla, con una bolsa de papel donde cargaba tabaco para masticar, entonces sentí unos pequeños golpes en la mano, me sorprendí y un ligero susto se corrigió en mi espina. Me senté y noté que era un cisne, un elegante y hermoso cisne. Supongo que él tampoco comprendía la naturaleza del hombre, mi naturaleza. Fijé mis ojos en él, negros ojos como el fondo de algo infinito, y por fuera blanco, como la pureza más insignificante.