lunes, 8 de junio de 2015

Todo el mundo en calma





Let it rain.

Badly Drawn Boy




Los ojos del amanecer.

Es una sombra donde se esconden los escombros del mundo
justo donde pintas tus ojeras.



El día que se esfumó.

Existían pastillas amarillas y naranjas y blancas y rojas y otras sin color
hubieron licores y bebidas y aguas y tintos y otros sin alcohol
ahí
sobre la cama de cuadros y rayas y puntos y nadie más
ahí
sobre la mesa manchada y despintada y quemada y sin decencia.

Me bebí todo
y todo era una pipa de marihuana
y cruzaban por mi habitación hombres bala y ángeles y aves rapaces y algunos dragones.
Me tragué todo
y una pipa de marihuana era todo
y corrían por mi habitación ponis y caracoles y monstruos de mar y un tren de cercanías.

Dormirse luego de algo así es no existir. La voz se quema sobre la voz y el temblor en las manos parece eterno, dejas una nota para nadie y todo se hace negro.

Despiertas mareado y algo atontado, caminas hasta el cuarto de baño y el espejo escupe una imagen aterradora, das tanta lástima, tanta belleza desperdiciada te da lástima, es algo que no logras comprender, injusta es la mujer del tiempo, injusto es el tacto de la mujer del tiempo. Luego notas que la cabeza te sangra, sientes un dolor en la canilla que no logras reconocer, caminas hasta la cocina y los ojos de los que te ven se abren como faros, sientes ganas de vomitar, preguntas la hora y te das cuenta que han pasado casi dos días, ¡mierda!, tantas pastillas amarillas y naranjas y blancas y rojas y licores y tintos y pipas para despertar por despertar. Regresas a la habitación y ves sangre en la cama, la pierna te duele cada vez más, no recuerdas qué hacías un segundo antes y sigues mirando tu perturbadora imagen desde el espejo, sangra tu nariz y un pequeño aullido se oye en lo profundo de tu alma. Reconocer ese grito desde tus profundidades que hacen ver las corbatas como hermosas herramientas de matar, o los cajones en la cocina como pequeños ataúdes de objetos que cortan muy bien es sumamente único. Poco a poco recuerdas lo sucedido; te enamoras, un segundo después intentas acabar con tu memoria. Entonces maldices todo el licor que logra aguantar tu cuerpo, y todas las drogas que probaste durante tu juventud, y que para la próxima vez necesitarás por lo menos cuatro veces más de la misma dosis para romperte la cabeza en alguna parte de la memoria, o herirte a lo largo de la canilla en la memoria de la que alguna vez fue la mujer de tu tiempo y de tu clima. 

Existían pastillas amarillas
y blancas
y rojas
y naranjas
y naranjas
y naranjas
y desperté todavía extrañándola
¡maldita sea!

Corto breve de los días que no suceden.

He follado con ella
ella que se abre hermosamente
y su lengua dibujando en mi falo caricias memorables

ella que me mira desde cerca y hace de mí lejanías
ella que agarra mi mano y mis pies se entumecen.

He follado con ella
ella que me ama bellamente
y su boca profunda oscureciendo mi centro
no
no la quiero como ella muchas veces me ama
pienso
-si su amor fuese suficiente
la muerte
sería como estar contigo.

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