"Lleva tiempo llegar a ser joven"
Pablo Picasso
A pesar del peso que suscita el tiempo en su pasar, es corto el olvido y largo el camino que apremia esa juventud tan efímera. Suena muy lento La Dispute y se dibuja un acuerdo de mutuo romance entre tu cuerpo y el mío. ¡Y es que son!, es decir, deberían ser el uno para el otro en su total significado.
Y pasa sin pesar el templo que se inicia en lozanía, justificando hermosura, ¡inmaculada tú que sobre tus pestañas reside la sapiencia!, pero también entre ellas, como soles tus dos ojos inmortales. ¡Y es que son!, es decir, deberían ser el uno para el otro en su total significado.
Y pesa el tiempo al pasar, que hace jugar huesos y tierra bajo el bramar de la hierba tierna, ¡es ahora!, grita la masa, que aprovechar debería tu cordura, similar a una locura tenue, que se convierte en tus pechos La Redécouverte que mis viejas manos a vivo peso sostienen. Latentes ellos, ¡y es que son!, es decir, deberían ser el uno para el otro en su total significado.
Y pasa por fin tu tiempo junto a mí, imaginando mundos dentro de tus cabellos, acariciando sobre tus prendas los montes que Venus sustituyó en ese espacio resumido en cielo, ¡y es que es!, como el milagro dice, ¡y es que es!, como dice mi boca, ¡y es que es!, el mayor milagro de tu naturaleza. Es decir, que tu mente enfrasca en la mía los más dulces deseos, y desenfrenados, como tu lengua en mi boca, como mi verso en tu boca. Y así ser el uno para el otro en su total significado.
A Cambalache, for sentimental reasons.
Y pasa sin pesar el templo que se inicia en lozanía, justificando hermosura, ¡inmaculada tú que sobre tus pestañas reside la sapiencia!, pero también entre ellas, como soles tus dos ojos inmortales. ¡Y es que son!, es decir, deberían ser el uno para el otro en su total significado.
Y pesa el tiempo al pasar, que hace jugar huesos y tierra bajo el bramar de la hierba tierna, ¡es ahora!, grita la masa, que aprovechar debería tu cordura, similar a una locura tenue, que se convierte en tus pechos La Redécouverte que mis viejas manos a vivo peso sostienen. Latentes ellos, ¡y es que son!, es decir, deberían ser el uno para el otro en su total significado.
Y pasa por fin tu tiempo junto a mí, imaginando mundos dentro de tus cabellos, acariciando sobre tus prendas los montes que Venus sustituyó en ese espacio resumido en cielo, ¡y es que es!, como el milagro dice, ¡y es que es!, como dice mi boca, ¡y es que es!, el mayor milagro de tu naturaleza. Es decir, que tu mente enfrasca en la mía los más dulces deseos, y desenfrenados, como tu lengua en mi boca, como mi verso en tu boca. Y así ser el uno para el otro en su total significado.
A Cambalache, for sentimental reasons.