miércoles, 12 de mayo de 2010

Lamento de una pipa


"Y una noche más tú querrás soñar, pero la más pura soledad no se cura con champán y cocaína".
Nacho Vegas

La pipa quebró, en su rotura el olor desfundó, y en la nariz se mecen cordura y pecado a la vez. Como pésame de boda lo indeseable predice llegada, y acontece la dulce nostalgia que antes fue ogro. Al parecer justificó la indolencia que sufrió la vena y la piel. Con ataduras irrompibles, quebradas inquebrantables en las muñecas, como abismos que desafiando al filo, alumbran con rojo la peste absurda del hombre. Moscas adornan la fiebre, como mariposas de la mierda, nadan en el aire y el hedor empotra su espada, en la nariz donde se mecen pecado y cordura a la vez.

El humo cuela sus colas desde mi garganta hasta mis cofres podridos, y arrincona el cáncer esmeralda de mi papel en su batalla contra el fuego. Como chirridos similares a los gritos de los bebés timando el romance de la madre aborrecida. Llevo en la mano de plata una cuerda que parece hecha con tus cabellos, azabaches como la noche más cruenta. Oscurece a la mitad del grávido pedestal, que sobre el descansa la rabia del ser que asimila imperfección, así hasta matarlo. En mi garganta el humo hace reflexión, y la tos me devuelve la idea de estar agonizando, como perro suelto la arcada entre tus manos hasta que la pipa imagine derretir las pupilas, esas pupilas que antes, vieron la nada.

El hachís rompe la cuerda; ilación entre la cumbre y mis pies, que se cuelgan como frutas del manzano que seca levemente, culpable la estación tan fría de este terrible invierno. Que congela aquellas sombras de la noche, que como sobras aturden la sangre ya negra. Miento y alcanzo la furia, que hierve las más sublimes formas de asesinato, y crece en mi pecho la abominable verdad que ofrece la hierba, y ésta justifica la noble necesidad de tomar ya lo encendido, mientras en mi nariz se mecen a la vez, cordura y pecado.

La pipa quebró, en su sonido el rayo estremeció, desde la raíz hasta la masa, que clamando misericordia la mente se marea y el hambre crece como la sed en el cuerpo. Resuena el lamento de la naturaleza en la pipa café, que en la sublime batalla del fuego contra la hierba deja regar en mis huesos la endeble nube gris que arde en el pescuezo. Y en mi nariz se mecen a la vez hachís y cocaína.

'Made in London'. A mi pipa café.

4 comentarios:

  1. gracias por pasar a firmarme ...... que ya no se mesa el hachís ;)

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  2. Fue por lo verde. Y por el hachís. Saludos por firmarme.

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  3. En la feria ya es hora de cerrar
    tus caballos dejan de girar
    puedes recoger
    tu amor hasta mañana

    pero....

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  4. ...un hombre de gris aún sigue allí, tiene algo y quiere algo de ti...
    Fermina, yo también quiero beber eso de sus manos. ¿Qué bebe en la foto?

    Saludos y gracias por entrar.

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