Los muertos son seres tan interesantes como para tomarme un café con ellos.
Son tus amarillos dientes la peste de un beso, mientras retraes en tu culo el dolor, -no respires porque apesto dices, luego me tocas. Son mis lepras las caricias de tu dedo, imaginando huestes imperfectas, súbita muerte de las gentes, porque en la cama yacen carnes rojas, como plato sobre la mesa.
Con tu ojo muerto el reloj miras, desde mis muslos mientras silencio de mujer guardas, con tu falo entre las manos odias quererme, instantes después eyaculas.
En tu garganta la navaja guarda, con tu sangre limpia mi pudor, llora mañana si es que puedes, con tu ojo de vidrio roto a la mitad. Pestilente pedo de tu boca que todos llaman beso, aguardas pánico en tus tetas para soltarlo en la nariz del muerto, con otro toque, la sinfonía de la estupidez transformo, de roca en aire para fingirme hombre.
Restos quemas, de tu niño indefenso, lo miras, achicharrado como cucaracha, finges ternura al masturbarte luego, porque en la madre de Cristo piensas, no intuyes la falta cometida, por obsequiarle semen a tu virgen preñada.
Es la magia adquirida de tu trance una farsa, similar a la desdicha de la heroína, que resume como excremento de animal en las lenguas, porque es la mierda parte de tu inerte esperma. Con la punta de una lengua infantil obligas recoger tus sobras, logrando satisfacer así ,un tercio de tu admiración por los muertos.
Con tu ojo muerto el reloj miras, desde mis muslos mientras silencio de mujer guardas, con tu falo entre las manos odias quererme, instantes después eyaculas.
En tu garganta la navaja guarda, con tu sangre limpia mi pudor, llora mañana si es que puedes, con tu ojo de vidrio roto a la mitad. Pestilente pedo de tu boca que todos llaman beso, aguardas pánico en tus tetas para soltarlo en la nariz del muerto, con otro toque, la sinfonía de la estupidez transformo, de roca en aire para fingirme hombre.
Restos quemas, de tu niño indefenso, lo miras, achicharrado como cucaracha, finges ternura al masturbarte luego, porque en la madre de Cristo piensas, no intuyes la falta cometida, por obsequiarle semen a tu virgen preñada.
Es la magia adquirida de tu trance una farsa, similar a la desdicha de la heroína, que resume como excremento de animal en las lenguas, porque es la mierda parte de tu inerte esperma. Con la punta de una lengua infantil obligas recoger tus sobras, logrando satisfacer así ,un tercio de tu admiración por los muertos.
la fascinacion por la muerte es ago dificil de entender, mas no por eso dificil de expresar a quien la siente.
ResponderEliminarmuy fuerte e intenso el texto!
un saludo...
interesante blog!
Sonia. ¡BIENVENIDA!, Gracias por dejar un comentario a pesar de la distancia. La muerte es la muerte en cualquier parte, la diferencia radica en el cómo, y en el por quién. Un saludo también. Gracias nuevamente.
ResponderEliminarwow, compartimos el mismo gusto...
ResponderEliminarlo curioso es el interes por algo que nosotros mismos seremos. un beso.
No seré yo un muerto, desde ya lo soy. Es grato saber que no son pocos los que tienen gustos comunes. Gracias Sabina, por pasar otra vez por aquí. Otro beso.
ResponderEliminarA mí lo que siempre me ha fascinado es el concepto de "muerte" en sí, nunca he sentido... mmm... ¿cómo decirlo?... ningún tipo de fascinación especial hacia los muertos. Pero aún así, sé reconocer un buen texto cuando lo leo (según mi criterio, al menos), y tengo que reconocer que nunca había leído nada parecido a esto. Tiene un matiz necrofílico un poco impactante, pero me ha parecido precioso igualmente. Aunque sigo un poco chocada y pienso volver a leerlo, porque me ha encantado.
ResponderEliminarGracias por pasarte por mi blog :)
¡Un saludo!
Pues en el fondo no te diferenciabas mucho a ella al convertirte en pincel, metafóricamente hablando. Gracias por pasarte.
ResponderEliminarInteresante blog. Me pasaré frecuentemente.
Un beso!
Pues en el fondo no te diferenciabas mucho a ella al convertirte en pincel, metafóricamente hablando. Gracias por pasarte.
ResponderEliminarInteresante blog. Me pasaré frecuentemente.
Un beso!
A mí más que admiración me despiertan curiosidad. Siempre que voy al cementerio voy paseando entre las filas de lápidas, leyendo inscripciones e imaginándome de alguna forma las vidas que llevaron antes de morir.
ResponderEliminarUn besito muy fuerte :)
Me ha gustado mucho tu texto. Esa fascinación es muy común jaja.
ResponderEliminarUn saludo! :)
Vamos, lo que se llama un esperma de mierda! Y ¿qué gesta ese tipo de esperma?
ResponderEliminar[Gracias por venir]
Mondragón, a mi me dan un tanto cuanto de miedo, pero como dice mi abuela, mejor temerle a los vivos....
ResponderEliminarPatri Shick, en verdad te digo, que más agradecido no puedo estar. Y es que al escribir, nada pretendo más, sino encontrar a quienes me lean, y eso es todo. Gracias y alegras, a un tercio de mis manos, saber que te ha gustado el post. Saludos con un poquito de cerveza rubia.
ResponderEliminarLucía Robledo, doblemente agradecido, por tu 'doblemente' comentario.
Un saludo cordialísimo.
Dafne Isern, dicen que la curiosidad parió al gato, o algo así. Yo en el cementerio lo único que veo, es gente viva llevando flores. Y es ridículo tal espectáculo. Gracias por pasar, un abrazo.
ResponderEliminarHaltrup, se agredece desde aquí, tu comentario. Espero sigas regresando. Saludos.
Paciente nº 24, pues gesta romance, simple romance, y nada más. Iré otras veces, no me esperes. Saludos.
ResponderEliminarGabrielle Dupré, los vivos son escoria de la sociedad, es mejor amar a los muertos, y nada más. Un beso. Gracias por pasar.
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