viernes, 28 de agosto de 2009

Pez sobre otro pez


U
na cama vacía me muestra la distancia que tiene un pez de otro pez, carmín en los labios de la mujer que no come carne, carmín en los labios del hombre que besa y come a la mujer.
Un metro vacío me muestra el espacio que tiene un pez de otro pez, café sobre la mesa para alumbrar el sabor de la amargura, café sobre la mesa de madera pobre.

Yo, hombre, ya no sé si existe la manera de morir sin morir, ya no sé si existe la manera de vivir sin vivir, no lo sé, hombre, tú que sabes de mi especie y también sabes de mi espacio. Dime, ¿Podré nacer otra vez luego de haber muerto?. No, dices, y no miras al cielo porque en el cielo ya no existen nubes, ni su color azul, todo es negro, desde que los dioses fueron desterrados por el niño mayor, ya nada es igual, ya nada, es como tú.

Un viejo zapato me muestra la separación que tiene un pez de otro pez, mujer, tú que nada sabes, que tienes en tus manos la forma de la humillación, dime, ¿Podré caer más tarde si me lo permites? Has puesto el hueso sobre la mesa, para alimentar mi mal camino. Caes antes que yo, y grito por la injusticia que me has entregado.

Un hombre muerto me muestra la distancia que tiene un pez de otro pez...

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