..."Se la solía ver, con un trozo de pizarra gris colgándole del cinturón, aveces había algo que decir"...
Ha caído un dios desde las entrañas del cielo, uno que se decía inmortal, ha caído y no tiene temor de parecer mortal. Sabemos todos, los que hemos llegado desde lejos, que la distancia siempre es mayor cuando se está sentado. Ha caído otro dios, desde las alturas del universo, uno que se juraba único, ha caído y no tiene temor de fingirse celestial. Sabemos todos, los que hemos ido a ningún lugar, que el recorrido siempre es mayor, cuando se está muerto.
Hombres que conocen a otros hombres en profundidades sexuales, saben pues que el amor verdadero es aquel que se tiene entre dos dioses. Vulgares hombres que a su sexo se someten, no hay más que desgracia en sus fluidos interminables. Sí, los dioses también lo supieron desde el principio, desde la costilla y el polvo, desde que tú eras una nada y yo lo era todo.
Ha caído otro dios, desde mi cama ha caído, aferrado a una idea no mayor a la de ustedes; señores, que han caminado a pesar de no tener pies, sepultan el esfuerzo en una vana sonrisa, ¿acaso no saben que nosotros también cojeamos aún teniendo pies? Imbéciles que asemejan su nostalgia a la de las putas, que como ganchos de metal cierran la boca del infeliz. Ya no sé si todo esto es un sueño lejano o solamente me lo contaron, tan sólo sé, que tu sexo ya no es mío, y el mío quedará enterrado en tu boca, así como lo fue desde el principio...
Hombres que conocen a otros hombres en profundidades sexuales, saben pues que el amor verdadero es aquel que se tiene entre dos dioses. Vulgares hombres que a su sexo se someten, no hay más que desgracia en sus fluidos interminables. Sí, los dioses también lo supieron desde el principio, desde la costilla y el polvo, desde que tú eras una nada y yo lo era todo.
Ha caído otro dios, desde mi cama ha caído, aferrado a una idea no mayor a la de ustedes; señores, que han caminado a pesar de no tener pies, sepultan el esfuerzo en una vana sonrisa, ¿acaso no saben que nosotros también cojeamos aún teniendo pies? Imbéciles que asemejan su nostalgia a la de las putas, que como ganchos de metal cierran la boca del infeliz. Ya no sé si todo esto es un sueño lejano o solamente me lo contaron, tan sólo sé, que tu sexo ya no es mío, y el mío quedará enterrado en tu boca, así como lo fue desde el principio...
"...Sabemos todos, los que hemos ido a ningún lugar, que el recorrido siempre es mayor, cuando se está muerto..."
ResponderEliminarSabe, ¡Cuánta razón tiene!
Estimago GatoPardo. Siempre es un gusto que Ud pase por aquí. Gracias por ser el primero, Gracias una vez más...
ResponderEliminarLos dioses griegos siempre supieron el sortilegio del que hablas.
ResponderEliminarEl dios judeo-cristiano lo olvidó...
¿O será que nunca lo supo?
¿Quien sabe lo que pensarán los dioses?
Nosotros somos simplemente mortales...
Ynot, nadie jamás supo nada, fingieron, quizá.
ResponderEliminarEl dios judeo-cristiano no es más que otra
ramera en el peor de los burdeles, y nunca
supo nada tampoco.
Aún nosotros como mortales, sabemos más
que todos ellos.
Saludos.
Tienes razón, sabemos más, pero nadie nos cree.
ResponderEliminarYo nunca sé nada, así siempre me entero de todo.
ResponderEliminarRomek, es mejor no enterarse de nada, para estar al tanto de todo. Usted claramente lo ha escrito, un abrazo, por pasar una vez más, por aquí.
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