jueves, 31 de diciembre de 2009

El último grito


"Oh perfecta blancura del diablo
Señor de la mierda y de la muerte
Cadáver que se desliza Sobre tus tetas,
que tapa como el perro
Con tierra sus heces
Oh tú, perfecta venganza de escribir

-el crimen moral al que se llega por escrito"-

Leopoldo María Panero


Noche, que a la soledad esputas, pereces como en el trigal los difuntos.
Muerte, que a mi lecho escapas, me follas como en el burdel una ramera.
Hombres del más allá, que como moscas plantan en la espalda marrón sus huevos putrefactos; jadeos de otros muertos, otros que ya justificaron su divinidad y su letargo.
Carne, que en la boca disimulas el olor, a niño no nacido sabes.
Mujer, que a mis manos te sometes, lloras tu imperfección desde el pavimento.
Caballos del infinito, que en sus cascos de plata perciben el quejido de los recién nacidos; chillidos de grillos, que entre la hojarasca y la quebrada quitan el sustento del jaco.

Ya no tengo más gritos que los tuyos, morirás más tarde, luego del beso infinito.

Sin más qué decir...

2 comentarios:

  1. Sin mas que decir..
    he de morir
    de mi olor al viento.

    Jo... como escribess!! Gracias x sus comentarios igual jovencito ;)

    Un saludo de madrugada...

    ResponderEliminar
  2. Arya, pues deberíamos morir juntitos como los quemados, achicharrados majestuosos. Gracias por TODOS los comentarios, que delicadamente ha mandado, Un beso fortísimo. Otro saludo de tarde.

    ResponderEliminar