jueves, 16 de julio de 2009

Pecado impenetrable


  

El pecado es estrecho, pero hemos decidido entrar, no levantaremos las manos porque no las tenemos. Me sudan los pies y también los ojos, la importancia de algo pequeño se transforma en sangre que aún más roja me engaña y me vuelve a engañar. Todo parece negro, respiro sobre la oscuridad y lo tengo que hacer cuanto antes. Los ángeles cantan sobre mí, son demonios que han caído de mi pecho, en mis pies sacuden sus huesos y los empotran en mis canillas rotas, sin pena ni respeto, de pronto oímos follar a los animales, que cruzados con hombres el resultado es decadente, aunque mejor a lo que ya existe.

El pecado es aún más estrecho, luego no regresarás para atrás, porque los muertos ya no dan respuesta ni carcomen ideas, son los gusanos los que les dan forma y los regresan al polvo.

No estoy contento, esto no era así, me muevo y grito que no.

Entonan canciones los ángeles y se confunden con los gritos de una idea mayor al ruido que hace un cuchillo de plata sobre tu cráneo rapado, lo haré en este instante, -digo, porque ya no eres importante y yo tampoco. Me sudan otra vez los pies cuando veo dos dientes amarillos sobre tu boca, son los míos que han caído.

Hemos hecho todo mal dijiste, hemos hecho todo mal y ahora pagarás el error, remendarás tu piel con la piel de un cerdo negro, porque mereces ser humillado, mereces ser humillado pero no asesinado. Le quité luego la piel a un cerdo negro y la sembré en mis piernas, en mi espalda, en mi cara... Prefiero morir gritaba, porque la muerte era nada si mi piel tenía que mostrarse como la noche, los perros me ladran y los gatos ya no existen, me muerde un caballo negro y otro patea mis testículos, rajando mi alma en doce pedazos, luego me sudan otra vez los ojos y respiro con dificultad.

El pecado se hace impenetrable, dejo escapar a la niña de catorce años, porque era hermosa y yo negro, la dejé marchar y cojeando se fue, a donde los animales se unen con los hombres, saliste y me miraste, esbozando una terrible sonrisa apuntaste tu dedo sobre mí. Eres tan humano y no lo sabes dijiste, eres tan gusano y no lo sabes, eres un hombre negro por fin, móntate sobre mí, móntate sobre mí y mátame antes que mueras tú.



Por todas las canciones de Nacho, que cada vez me hace sentir más muerto y con eso, puedo vivir mejor.

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