lunes, 18 de mayo de 2009

Tiempos morados


Imagino tus piernas envolviendo mi cuello, mientras mis besos crecen en tu sexo.
Imagino tus pechos en mis manos, mientras se hacen pequeños en mis labios.

Tengo el sabor de tu entrepierna en la garganta, como cuando se imagina el mar y sus olas golpean la roca.
Tengo tus costillas en mi existencia como cuando el campo crece en semillas de soledad y angustia.

Imagino el vodka entre mis vasos, gotas de naranja en tu espina dorsal mientras mi semen blanco dibuja un verso en tu boca.
Imagino las cartas españolas sobre tu vientre, mientras mis manos entran en tu sexo y humedecen mi instinto.

Tengo el sabor de tus besos como cuando se tiene el sabor de la mora en invierno.
Tengo tus manos enamoradas de las mías, como cuando se meten bajo tu falda y te ponen a temblar.

Imagino tu cuerpo sobre mis sábanas mientras mis piernas golpean las tuyas y tus cabellos se acomodan en tu espalda.
Imagino el escritorio marrón gritando mientras tus tetas se confudían con las oraciones de aquella mujer virgen.

Tengo el sabor de su sexo con el mío mientras el viento cambia de parecer.
Tengo el olor de tus gemidos entre la noche y el café negro.

Imagino el invierno y el terror al tiempo cuando la mora se acaba en tu boca y respira en tu vientre. Imagino otra vez que estás muerta, y es ahí que te hago el amor otra vez.

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